Geert De Kockere
Ilustraciones de Carll Cneut
Arcos de la Frontera: Barbara Fiore Editora, 2006
Cuando encontré este álbum lo primero que me llamó la atención fue la cubierta, oscura, con veladuras en tonos más claros que como si fueran arañazos contribuyen a enfatizar el ya enigmático título, Greta la loca. Acto seguido, di la vuelta al libro, para observar la contracubierta, dando por supuesto que la tonalidad oscura compuesta por veladuras, como si de un cuadro abstracto se tratara, continuaría. Pero cuál fue mi sorpresa cuando descubrí, lejos de mi prejuicio, una reproducción del cuadro de Brueghel el Viejo, Greta la loca. En este momento los elementos de presentación comenzaban a encajar, pero… ¿qué podría albergar entre sus páginas este peculiar álbum?
El autor ha creado una historia a partir del cuadro de Brueghel. En ella nos cuenta la vida del personaje de Greta la loca y su entrada en la boca del infierno, representado a la izquierda en el cuadro, en busca del diablo. Greta, que de niña era conocida con el nombre de Margarita, va enloqueciendo ya desde la infancia, se va convirtiendo en un ser violento, cruel, rechazado por los demás, y su propia locura le llevará al suicidio.
Carll Cneut ha recreado en imágenes el texto de Geert De Kockere. Unas interesantes ilustraciones que, siendo diferentes al cuadro de Brueghel, resultan a la vez muy afines. El paralelismo entre las dos obras pictóricas se aprecia a simple vista, pero es mayor si uno observa los personajes de una y otra composición, se descubren varios parecidos. Ya el cuadro conforma una pintura ruidosa, en la que el espectador, si se detiene, puede escuchar sonidos metálicos, gritos espeluznantes, campanas, el chisporrotear del fuego, etc. Esta misma “ambientación sonora” la ha reproducido el ilustrador en el álbum, donde las figuras aparecen representadas de forma plana y las arquitecturas responden a diferentes perspectivas.
Este ilustrador, que tiene publicados en este mismo sello editorial otros dos álbumes: Hadabruja y Monstruo no me comas, ha conseguido aunar en Greta la loca una aparente contradicción estética: la belleza de lo horrible, o la armonía de lo esperpéntico.
Autor e ilustrador han dado vida al conocido cuadro Dulle Griet (Greta la loca, 1561-1562), pintura en la que se ve claramente la importancia del simbolismo que Brueghel tomó de El Bosco, y donde los personajes, tratados con una ironía burlesca, crean una atmósfera delirante. En este cuadro se aprecian los temas elegidos por Brueghel, donde existe la dualidad de si lo representado era fruto de sus sueños, o si reproducía el realismo social que implica toda sátira.
Volviendo a la cubierta, que en mí produjo un impacto ineludible, atrayéndome como un agujero negro, vaticina el mundo oscuro en el que se va a desarrollar la cruel historia de Greta.
Barbara Fiore nos tiene acostumbrados a libros de calidad, editados de forma cuidada. Sin duda, está llevando a cabo una buena labor, dando a conocer álbumes extranjeros de grandes ilustradores vivos, y rescatando álbumes publicados en los años cincuenta como los dos más recientes: Chispas y cascabeles y El pequeño 1. Greta la loca quizás es el libro más atrevido de su catálogo, invita a adentrarse en el mundo de la pintura flamenca y en las complejidades del ser humano. Sin lugar a dudas invita al debate.