Una librería en el bosque

Una librería en el bosqueDiego Arboleda
Ilustraciones de José Fragoso
Anaya Infantil y Juvenil, 2025
Edad recomendada: A partir de 10 años

En un siglo XVI alternativo, donde los libros se esconden en habitaciones secretas, los versos mágicos abren portales y los monstruos resultan más humanos que los inquisidores, Diego Arboleda nos ofrece una novela que, como es costumbre en él, se convierte en un juego literario, una divertida aventura y un sincero homenaje a la lectura. Una librería en el bosque no es solo una historia de fantasía: es una celebración del poder de los libros para transformar, proteger y liberarnos.

Desde las primeras páginas, el lector queda atrapado por un narrador travieso que juega con las estructuras clásicas del cuento (“érase una vez… o dos, o tres, o cuatro”) y nos advierte de que esta historia tiene múltiples comienzos.

El “primer comienzo” nos presenta a Ana, una niña sirvienta de once años que vive en una casa de huéspedes en Valladolid. Su señora, doña Beatriz Bernal, es la autora secreta de una novela de caballerías: Cristalián de España. Ana, que ha heredado de su padre una memoria prodigiosa y un amor profundo por los libros, se convierte en la lectora oficial de la anciana. Tras su muerte, Ana se ve arrastrada a una aventura con criaturas fantásticas —como un “masticador”, que tiene dos cuerpos unidos por la espalda y es mitad perro mitad monje—, soldados del rey Felipe II, “pirofrailes inquisitoriales” —miembros de una orden religiosa ficticia que queman cosas, casas y, en algunos casos, personas— y una librería mágica custodiada por “dragones topo”.

Al lado de Ana tenemos dos aliados inesperados: Mateo, un joven herrero con talento para los enigmas y las cerraduras, y Bemi, un “blemio” sin cabeza —otra criatura inspirada en los bestiarios medievales y en el Monstrorum Historia (1642) de Ulisse Aldrovandi— que dispara flechas con precisión quirúrgica y gran sentido del humor.

Vlyssis Aldrouandi patricii Bononiensis Monstrorum historia : cum Paralipomenis historiae omnium animalium

Doble página del “Monstrorum historia” donde aparece la criatura que sirvió de inspiración para los “masticadores”

La novela se construye sobre una estructura narrativa muy particular, presentada desde el primer capítulo: la historia tiene cuatro comienzos. Esta decisión formal no es solo un recurso estilístico, sino una forma de subrayar que las historias no tienen un único punto de partida. Cada comienzo aporta una perspectiva distinta —Ana, Bemi, Mateo y el desenlace con Felipe II y el papa Gregorio XIII— y funciona como una pieza de un engranaje mayor. El resultado es una estructura fragmentada pero perfectamente ensamblada, que mantiene el interés y permite al lector explorar el relato desde múltiples ángulos.

Además, el libro está dividido en catorce capítulos, como un soneto, lo que refuerza el guiño literario que vertebra toda la obra: versos, espadas, conjuros y estructuras poéticas se entrelazan con la narrativa de aventuras. El capítulo final, titulado “Colofón estrambótico”, cierra la historia con sorprendentes referencias históricas y literarias que devuelven al lector al mundo real, pero con una sonrisa.

El estilo narrativo es uno de los grandes aciertos del libro, como no podía ser menos, ya que lo que más caracteriza a Diego Arboleda es un lenguaje cuidado pero siempre en un tono ameno, sorprendente, lleno de ironía, juegos de palabras y referencias literarias. El ritmo es ágil, con capítulos breves y diálogos chispeantes que alternan lo cómico con lo poético. La voz narrativa es cercana, cómplice, y se permite bromear con el lector, guiñarle el ojo y sorprenderlo constantemente.

Los personajes, para sorpresa de nadie, están maravillosamente construidos. Ana es una protagonista inolvidable: valiente, curiosa, orgullosa y humilde a la vez. Su evolución es sutil pero poderosa, y su relación con los libros es profundamente inspiradora. Mateo y Bemi aportan dinamismo, ternura y humor, y los antagonistas —como el comendador Quismondo o los pirofrailes— están dibujados con un tono caricaturesco pero amenazador e inquietante.

Los temas que atraviesan la novela son relevantes: la censura, la memoria, la valentía, la amistad, la identidad, la imaginación como refugio y como arma. Pero, sobre todo, el libro es una defensa apasionada de la lectura y de las librerías como espacios de resistencia. La librería de Némesis Mercurio, con sus dragones topo y sus libros mágicos, es un símbolo poderoso de todo lo que los libros pueden contener: conocimiento, peligro, libertad.

Las ilustraciones de José Fragoso acompañan el texto con un estilo expresivo, lleno de detalles y humor. Amplifican el tono de la narración, y aportan una capa visual que enriquece la experiencia lectora. Se nota que entre ambos hay buena conexión y un lenguaje compartido.

En definitiva, Una librería en el bosque es una novela que combina calidad y entretenimiento. Mezcla géneros, rompe moldes y apela a la inteligencia del lector. Es una obra que puede disfrutarse a muchos niveles: como aventura fantástica, como reflexión sobre la historia y la literatura, como comedia absurda o como carta de amor a los libros.

Se sitúa en la línea de otras obras emblemáticas de Diego Arboleda, como Prohibido leer a Lewis Carroll o Los descazadores de especies perdidas, pero da un paso más en ambición narrativa y profundidad temática. Ideal para lectores a partir de 10 años, pero también para adultos que disfrutan de una buena historia bien escrita.

Como dice doña Beatriz: “Cuando yo falte, no debes estar triste. Debes estar alerta. El día que yo me vaya, comenzará la aventura”.

Una librería en el bosque

1 comentario en “Una librería en el bosque

  1. JOSÉ FRAGOSO
    11/06/2025 a las 07:53

    Preciosa reseña, nos alegra el día. ¡Gracias!

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