Raquel Sperber es una autora de origen español, pero residente en Israel y convertida al judaísmo. En su primera novela juvenil, Mírame, Blime, aunque a ella no le gusta considerarla como tal, narra la vida en el ghetto de Varsovia durante la Segunda Guerra Mundial. Sperber se doctoró en Ciencias Políticas aquí, en España, aunque trabaja desde hace quince años en la Universidad Hebrea de Jerusalem.
¿Cómo tiene Lóguez conocimiento de la novela?
Yo escribí este libro para mí misma, no pensé en publicarlo. Cuando además creo que no era un tema muy interesante, que ya estaba tratado y muy bien tratado por gente que lo vivió personalmente… Luego vi que la gente reaccionaba bien, y pensé en publicarlo, pero una publicación casi hecha por mí. La editorial Riopiedra, en Barcelona, se dedica a temas judíos y tenía un catálogo con cosas de otras editoriales, de tema judío, y le pregunté si ellos estarían dispuestos a meterlo en catálogo si lo hiciera yo, así al estilo artesanal, y me dijeron que ya no se ocupaban de eso, pero me dieron la dirección de Lóguez, y me dijeron que estaban interesados en temas judíos, y entonces les envié el currículum y me contestaron que sí les interesaba publicarlo.
¿ Tú vives en Israel?
Sí
¿En qué ciudad?
En Jerusalem.
Pero tú eres española de nacimiento…
Sí.
Tu marcha a Israel obedece a un traslado familiar, a una decisión personal…
No, a una elección personal. Yo me convertí al judaísmo hace veinte años, entonces, como judía quería vivir en Israel, pensé que tenía más sentido, y me era más fácil.
¿Cuál es tu trayectoria profesional antes de desembocar en la literatura?
Trabajo en la Universidad Hebrea, en Jerusalem, en un Instituto que se llama Hispania-Judaica, especializado en la historia de los judíos en España y de los conversos después, incluida la inquisición. Yo preparo libros para la edición. Tenemos una serie, hacemos simposios, conferencias, todo lo que conlleva una actividad académica.
Comentabas antes el nacimiento del libro más que como una propuesta como una necesidad. ¿Esto se ha agotado en el libro o tienes intención de volver a este mismo tema? ¿Tienes algo más que contar en otro libro?
No, mi relación con la literatura es muy larga, porque empecé a escribir la versión numero 1000 de la Bella Durmiente a los siete años. Yo siempre he escrito. Pero este libro en concreto lo escribí por una necesidad personal. Yo voy a seguir escribiendo, pero no sé si sobre el mismo tema, porque es muy duro para mí, y para cualquiera, y realmente no lo pasé bien haciendo el libro. No lo pasé muy bien en el sentido de que no me divertí en ese momento.
Cuando dices que escribes por una necesidad personal se supone, debería ser así, que cuando un creador aborda o se plantea la creación de una obra, ese planteamiento parte de una necesidad personal, pero a veces termina en sí misma, o escribe algo para sí mismo. Cuando tú abordas ese libro, ¿tienes presente esta actitud o tienes presente que eso se va a convertir en un objeto que van a poder disfrutar o al que van a acceder otras personas?
Este libro, entre todos los que yo he escrito, es un poco especial. Yo lo escribí porque tenía necesidad de escribirlo. Llevaba muchos años no pudiendo afrontar el tema del holocausto en absoluto. Yo no he visto películas sobre el holocausto, ni he leído libros sobre el holocausto, y sigo sin poderlo hacer. Para el libro, por supuesto, me documenté, y me fui a ver documentales, lo que pasa es que no es un tema que yo elija, me resultaba muy difícil. Y llegó el momento en que no solamente me di cuenta de que lo podía afrontar, sino que necesité sacarlo de alguna manera. Eso es este libro.
Yo no pensé en publicarlo, pero no siempre escribo así. En el fondo uno siempre escribe así, siempre tiene en la cabeza a un posible lector, aunque sea un amigo. Lo que uno siempre tiene en la cabeza es que lo va a editar y lo va a intentar vender, tengo siempre en la cabeza que alguien lo va a leer.
Podías haber escrito otro tipo de libro, porque en tu bibliografía podemos ver obras acerca de la historia del judaísmo, ensayos… ¿Por qué un libro en principio para jóvenes?
Bueno, yo no escribí este libro para jóvenes. No me senté, y pensé: voy a escribir este libro para jóvenes. Lóguez es una editorial juvenil, pero ellos me lo editaron, y yo lo edité allí, pero yo no pensé en escribir un libro para jóvenes, pensé en escribir sobre ese tema y que trataba de eso porque era una idea que yo tenía hace muchos años, y en ese momento ya me decidí a escribirla. Yo creo que el hecho de que Lóguez lo editara se debe en parte a que los protagonistas son una pareja joven, pero creo que tiene también cosas que un joven puede que no entienda -aunque también es cierto que infravaloramos a los jóvenes, me parece que entienden mejor de lo que nosotros creemos.
¿El libro cuenta la historia de tus abuelos?
Yo di tan por hecho que no era la historia de mis abuelos, que pensé que nadie se le podía ocurrir que fuera la historia de mis abuelos, y por eso les dije a Lóguez que no empezara el libro inmediatamente, que separaran las frases del principio, lo que es real y lo que no, de modo qué cuando empieza realmente la novela estuviera ya la segunda dedicatoria, que realmente ya pertenece a la ficción.
¿Qué parte hay entonces de biografia y de ficción?
Es todo ficción. Me documenté bastante, y hay cosas que sí tomé de fotos, o de cosas que se escribían en la época, pero no ficción sobre el holocausto, sino gente que lo vivió, y sobre todo que lo escribió cuando aún estaba en el ghetto, no como si lo vieran cincuenta o sesenta años después, y eso sí, espero que lo que refleja el libro sea la realidad el gueto, de los personajes. La persona que lo escribe ya es un personaje de ficción.
Tuve muy en cuenta que ella sabe que sus dos fuentes de información eran, para Bilme, una vecina que era muy amiga de ella, de la misma edad, y que por lo tanto puede ver cierto tipo de cosas que no vería un adulto, y para él más bien alguien que está fuera del gueto, y que por tanto la mayoría de lo que le pasa a él tiene que ver con su trabajo, o cosas que él podría haber contado a esa gente. No tanto sus sentimientos o su evolución.
Por parte de Blime, tiene mucha desconfianza hacia Bella. No le cuenta muchas cosas, lo que es importante para ella no se lo cuenta. La persona que está escribiendo muchos años después está escribiendo sobre algo que no conoce bien, a la que la otra no ha contado más que pocas cosas. Y por parte de Hersh peor, porque su verdadero amigo muere, o sea que es un testimonio de alguien que oyó al amigo hablar.
¿Cómo construiste los personajes?
Creo que como una buena parte de los escritores, uno siempre está recreando su propia biografía a pesar de todo. Salieron así. Hay mucho de autobiografía escondido en la novela, como creo que en toda novela.
¿Estás planteándote algún libro más?
Estoy planteándome un libro que me parece impublicable, así que a lo mejor se publica, porque los que yo pienso publicables no se publican.
Pero no te reconoces como una escritora de libros infantiles y juveniles.
En absoluto. Creo que no me lo planteo.
¿Tienes contacto con el mundo de la literatura juvenil en Israel?
La verdad es que no, me muevo en un ambiente diferente, y no estoy muy al tanto, y con España me pasa lo mismo. He visto algunos títulos, pero nada más.
¿Conoces otros títulos sobre el mismo tema en la misma colección?
Hay un libro impresionante de Milan Magore sobre las secuelas del holocausto. La verdad es que sobre el holocausto yo he leído muy poco, porque es un tema que me supera. Me he documentado, pero eso es todo.
¿Has tenido, o vas a tener en este viaje algún encuentro con maestros?
Tuve un encuentro con jóvenes que habían leído el libro, y me hicieron preguntas muy interesantes, y en unos días tengo un encuentro con unos profesores.
¿Qué tal la experiencia con los lectores jóvenes?
Muy bien, yo siempre engancho bastante bien con los adolescentes, porque me gustan, y ellos lo notan. Se interesan mucho por las cosas.
Teresa García Adame / Pablo Cruz