La niña de los caracoles, de Mónica Rodríguez Suárez, ha sido el texto ganador del XV Premio de literatura infantil “Leer es Vivir”, dotado con 12.000 euros y la publicación de la obra. Los miembros del Jurado han destacado de la obra ganadora su estilo literario, “muy sencillo, pero muy elaborado”. Los capítulos “se encuentran muy bien estructurados y es una novela muy simbólica que transforma la realidad a través de la fantasía, además de tener un ritmo muy cinematográfico”.
La niña de los caracoles es una obra realista que cuenta la historia de Marina, una niña a quien le gusta pasear con su padre y recoger caracoles, guardándolos como un tesoro. Pero un día a su padre, vendedor de helados, se lo llevan preso por decir lo que piensa. Ahí comienza una aventura llena de sentimientos que Marina vivirá con su amigo Hugo para conseguir pagar el rescate de su padre con el tesoro de la caja de caracoles.
Mónica Rodríguez (Oviedo, 1969) reside en Madrid desde 1993. Es licenciada en Ciencias Físicas, especializada en Energía Nuclear. Desde 1994 trabaja en el Centro de Investigaciones Ciemat del Ministerio de Ciencia e Innovación. Hasta hace unos años compaginaba su trabajo con la escritura y su familia (tiene tres hijas), pero en 2008 se dedica por entero a la literatura infantil y juvenil. Tiene publicados ya varios libros, y ha recibido galardones como el Premio de Novela Juvenil del Ayuntamiento de Pozuelo de Alarcón (Madrid) en 2007, el Premio de la Crítica de Asturias en el mismo año, el Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga en 2010, el Concurso Vila d’Ibi 2011… En Everest, editorial convocante del premio, ya tenía publicados los libros Cuentos de té y otros árboles y Los caminos de Piedelagua.
Al certamen se han presentado más de 700 originales procedentes de todas las comunidades autónomas de España y de diversos países latinoamericanos como Uruguay, Bolivia, Colombia, Venezuela, Argentina, Chile, México, Perú, Brasil, Cuba y Costa Rica.
El jurado ha estado compuesto por Teresa Mlawer, consultora editorial especializada en literatura infantil y juvenil; Daniel Hernández Chambers, escritor y autor de la novela ganadora del Premio Juvenil Everest 2012; Alberto Marset, dueño de la librería Didacticalia especializada en literatura infantil y juvenil; Raquel López Valera, Directora de Publicaciones de Editorial Everest y Ana María García, Directora Editorial de Infantil y Juvenil de Editorial Everest.
Me temo que lo que sucedería en el hipotético caso de que los escritores profesionales a los que aludís vosotros y alude Elsa en su artículo, se enfrentasen en igualdad de condiciones a cientos de escritores anónimos que también se pasan horas en vela escribiendo, es que los primeros no ganarían ni la mitad de los premios que ganan y, gracias a ello, el mercado editorial español y los lectores en última instancia saldríamos increíblemente beneficiados. Es tan fácil rebatir los artículos enlazados que hasta da pereza. Por mi parte, dejo zanjado el debate. Después de todo, no es que me interese mucho la literatura infantil y digo esto sin ánimo de menospreciar a los ‘escritores profesionales’ que se dedican a cultivarla. Lo único es que me parecía gravoso que editoriales destinadas a este público -futuros lectores, escritores, editores…- entrasen en este juego. Y me consta que lo hacen y no con poca frecuencia. ¡Que alguna vez alguno gana un premio medio importante honradamente! Eso es como las meigas que haberlas, haylas.
Hola:
Me parece un poco lamentable por vuestra parte adjuntar dos artículos que hablan acerca de lo injsuto que puede llegar a ser acusar a un escritor profesional de haber ganado un premio amañado. Yo podría enlazar doscientos mil artículos y pruebas de juzgado de guardia acerca de la cantidad de premios amañados que hay en este país. Debería haber más blogs como Crítica y contracrítica. Lamentablemente, este blog cayó porque luchar contra Goliat, por muchas que sean las habilidades de David, termina agotando a cualquiera. En vez de enlazar artículos como los de Elsa, hagan algo para que se instauren ciertas dosis de ética en este país de oportunistas y de trepas. Les aseguro que esa labor es más complicada pero muchos se lo agradecerían. Me hace gracia que se critique tanto a los políticos y a los banqueros cuando el mundo de la cultura está tan podrido o más que el de la política o la economía. Lo que me parece verdaderamente borchornoso es lo que acostumbran a hacer las editoriales y las entidades convoncantes. Aunque, bien es cierto, que el asunto pierde un poco de importancia cuando no lo hacen con dinero público. Por cada injusticia que se comete con un escritor profesional que gana un premio que no está amañado, se comenten mil contra escritores -iguales de buenos o más- que se presentan a un premio amañado con la absurda e imposible ilusión de ganarlo. El camino es largo. Y, sinceramente, lo último que querría a día de hoy en mi currículum es un premio. No dan prestigio a día de hoy en este país. Lo restan. Yo, de hecho, cuando veo un libro premiado, me pongo en guardia y rara vez lo compro por no decir nunca. Y eso se ha conseguido a fuerza de mucho premio amañando y mucha basura publicada. Postdata: yo tampoco tengo nada en contra de Everest ni de nadie. Pero estoy harto de que me tomen el pelo.
No tenemos nada que ver con la editorial Everest, pero creemos que antes de acusar de algo tan grave conviene analizar este asunto con rigor. Para tener más elementos de juicio, recomendamos leer estos dos artículos de Elsa Aguiar sobre los premios literarios:
http://editarenvozalta.wordpress.com/2010/03/11/¿es-tan-raro-que-los-escritores-profesionales-ganen-premios/
http://editarenvozalta.wordpress.com/2013/02/03/la-insoportable-injusticia-de-que-premien-a-otro/
Tongo. Everest podría ser un poco más cauteloso a la hora de amañar los premios.
¿Hay que ganar el Premio Villa de Ibi para ganar el Premio Leer es vivir? Creo que ha sucedido en las tres últimas ediciones. ¿Cuántos libros hay que publicar en Everest para ganar este galardón? Creo que todas estas cuestiones deberían aparecer en las bases antes de organizar el premio y hacer que 699 personas sin una sola posibilidad de ganar manden sus originales. Y lo mejor es que son premios destinados a un público infantil. Y hay más cosas que no cuadran. ¡Dando ejemplo! Enhorabuena. Spain is different. Así nos va.