Cuentos Completos

Caperucita Roja y otros cuentosHans Christian Andersen
Madrid: Anaya, 2004

En este año en el que El Quijote y Andersen se reparten protagonismo, muchas editoriales han hecho un esfuerzo para presentar ediciones adaptadas, anotadas, prologadas… ofreciendo productos más ricos, supervitaminizados, adaptados a las diferentes dietas y edades, pero no siempre sin colesterol.

Los Cuentos completos de Hans Christian Andersen en cuatro volúmenes, tapa dura y estuche, de la editorial Anaya, no es un producto más: es una apuesta cuidada y magníficamente editada.

¿Qué aporta esta edición? A parte de recoger la totalidad de los cuentos del escritor danés, cada uno de los volúmenes está prologado por un escritor: Gustavo Martín Garzo -“(…)¿qué es un cuento sino un traje hecho de palabras? Su misión es revelar la verdad. Para eso existen los cuentos, para vernos desnudos”, José María Merino -“(…) Andersen propone una premisa singular, la de que los cuentos andan por el mundo como seres vivos, autónomos, y que sólo es cuestión de encontrarlos, o de que vengan a buscar al narrador”, Fernando Savater -(…) Las almas evocadas por Andersen no pertenecen solamente a personas, sino también a animales, a plantas e incluso a utensilios domésticos (…) todo está lleno de almas, sean humildes como la mariposa o arrolladoras como el alud de la montaña” y Carmen Posadas -“Releer los cuentos de Andersen ha sido como regresar al lugar de la felicidad con los mismos ojos de entonces, aunque más viejos, más sabios, es cierto, pero tan asombrados como cuarenta años atrás”.

Cuatro miradas sobre una obra única. Cuatro aromas diferentes para las mismas flores.

Otra aportación gozosa de esta obra son las ilustraciones que acompañan y miran a los ojos al texto. Tan diferentes como ricos son los trabajos de Elena Odriozola, con sus delicadas aguadas y sus líneas en sepia que encierran personajes, que van más allá de la descripción de la escena; Javier Sáez Castán con ilustraciones-cuadros que juegan con la quietud y el sosiego, con las luces en amarillos nápoles y la vibrante textura de sus sugerentes imágenes; Carmen Segovia austera con el color, amante del dibujo preciso en el trazo, de seres con personalidad propia que se presentan ante el lector desnudos y sencillos, rotundos como quien tiene todo lo que necesita; y Pablo Auladell con sus ilustraciones mágicas de personajes imposibles entre negros grises y naranjas.

Ilustraciones de calidad para todos los gustos.

Cada artista se ha encargado de un volumen y, como los buenos hermanos en los cuentos de Andersen, siendo muy diferentes, cada uno aporta lo mejor de sí.

Una obra que se hace un todo, para disfrutar con el oído y la vista, con el tacto y el aroma de lo hecho con delicadeza y cuidado.

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