Mónica Rodríguez
Ilustraciones de Alicia Varela
México: Ediciones El Naranjo, 2018
Una historia para niños y niñas en busca de respuestas sobre la existencia de Dios
El nuevo libro de Mónica Rodríguez, ganadora del último Premio Cervantes Chico, es un viaje emocionante a través del texto y las ilustraciones sobre la existencia o no de Dios, de los distintos dioses. El viaje de Malka es una historia que ninguna editorial española ha querido publicar, porque creían que no era un tema que interesaba a niños. Solo una valiente editorial de Ámerica Latina, El Naranjo, ha visto la calidad del texto y ha creado una edición magnífica.
Malka es una niña que acaba de perder a su abuela, que ha emprendido un largo viaje en barca. Hablando con distintos personajes, Malka cree que su abuela está con Dios y sale en su busca. Una aventura que la llevará a hacerse muchas preguntas y a no encontrar, quizás, todas las respuestas que le hubiese gustado.
El viaje de Malka es un viaje hacia uno mismo. Un libro sobre la muerte, pero también sobre la vida, sobre aquello que tenemos, que pensamos y las preguntas que nos hacemos. Un libro para niños y niñas que quieren saber más. Es una historia lenta, pausada, que hay que disfrutar. Un texto en prosa, pero cargado de poesía, de frases llenas de enseñanza: “Para ver bien las cosas, hay que alejarse de ellas. Hay que subir muy alto y mirarlas desde lejos” (pag. 26)
El comienzo de Malka
La historia de Malka surge a partir de una conversación de Mónica con su hija cuando ésta tenía ocho o nueve años. Entonces, al igual que en el libro, la pequeña habló con unas amigas sobre Dios. Cada una dio su opinión y cuando llegó a casa quiso que su madre le aclarara si existía o no Dios. A Mónica le pareció que era un tema que interesaba a los niños y de ahí nació este cuento.
El texto de Mónica es para niños y niñas que se hacen preguntas. Y para aquellos que no se las hacen, pero tienen ganas de saber. Porque leer la historia de Malka puede despertar muchas preguntas. Según me contó, Mónica no sabía cómo iba a acabar la historia, como le ocurre con todos sus libros, pero el libro le dio algunas claves importantes en su vida.
Un viaje con la autora
Cuando comienzas a leer El viaje de Malka, te encuentras con una Mónica que ha abierto su corazón para acompañar a su protagonista a lugares desconocidos, pero a los que hay que atreverse a entrar. A los que ella se atreve a ir. El texto te atrapa y las magníficas acuarelas de Alicia Varela te sumergen en una aventura personal preciosa, que es difícil a veces saber si queremos entrar o no en ella. Texto e ilustraciones crean una simbiosis perfecta hacia el viaje interior de Malka, tan personal, tan bello, tan doloroso, pero a la vez etéreo.
Los textos de Mónica siempre me apasionan, me enganchan. Su forma de narrar es muy personal, muy profunda. Y el tema del libro es muy sensible. Motivo por el que las editoriales españolas no se han atrevido a publicarlo.
La editorial El Naranjo, de América Latina, ha hecho un trabajo redondo, perfecto. Ha cuidado cada detalle: el tamaño del libro, los colores de la cubierta, la encuadernación en tapa dura, el papel couché, y cuando te compras el libro huele de bien… una maravilla. Ninguna editorial quiso publicarlo en España porque no les parecía un tema apropiado para niños y por el problema que podía darle con los colegios religiosos con los que trabajan. Mónica decidió probar suerte en América Latina y se encontró con la editorial El Naranjo. Ellos le contestaron que el tema les parecía fascinante y de gran interés para niños y mayores y, aunque tardaron dos años en poderlo publicar, al final ha podido ver la luz.
Cuando finalizas El viaje de Malka algo de ella se queda contigo, de ese viaje que nos hemos atrevido a hacer con ella. Porque hay textos que van más allá de lo que su autor ha escrito.
que hermosura de libro, el texto y las ilustraciones totalmente estremecedores.