En el universal libro de Miguel de Cervantes, a Alonso Quijano la excesiva lectura de libros de caballería le dañó el cerebro hasta el punto de creerse él mismo un caballero andante y lanzarse al mundo a emprender su particular cruzada; cuatrocientos años después, Pasqual Alapont recrea un Quijote contemporáneo en la figura de Daniel, un chico de trece años tan embebido en el mundo de fantasía de sus libros y juegos que él mismo se auto convierte en personaje de los mismos, heredero de un reino remoto, el Reino del Océano Antártico, cuya madre murió asesinada y cuyo padre pelea con denuedo contra las fuerzas del mal.