Entradas con la etiqueta Noemí Villamuza

Elefantes

Isidro Ferrer

Esta nueva entrega de nuestras Galerías hemos querido dedicarla a un animal que nos ha acompañado desde nuestro nacimiento, y que nos da nombre, el elefante. Desde los grabados de exploradores al colorido Elmer hay un sinfín de modos de representarlo, así que hemos escogido algunos de los que más nos han gustado (entre ellos los que amablemente nos dibujaron algunos de los ilustradores entrevistados en Babar).

Libros y lectura

Quentin Blake

Inauguramos una nueva sección en Babar: “Galerías”, un espacio donde recogeremos, según criterios temáticos, muestras de ilustradores que nos parecen especialmente interesantes, algunos ya de sobra conocidos, y otros que para nosotros son nuevos. Nuestra primera entrega es esta selección…

ABCdario

ABCdario (Antonio Ventura)

Este es uno de esos libros en los que el equilibrio entre texto e ilustración es tan perfecto que le hace a una preguntarse qué fue primero: ¿el huevo o la gallina? Y, sobre todo, ¿qué sería el huevo y qué la gallina? No es de extrañar: el resultado lógico cuando se juntan artistas de la talla de Antonio Ventura y Noemí Villamuza es, ni más ni menos, un libro perfecto, redondo (si es que se puede aplicar este adjetivo a un objeto que se define por tener cuatro lados). Un resultado que quizá ya venga anticipado por el nombre que firma el prólogo, Daniel Nesquens, otro grande del género.

El festín de Babette

El festín de Babette (Isak Dinesen)

Isak Dinesen incluye, junto con otros tres, este relato en su libro Anécdotas del destino*, escrito originalmente en inglés. Ahora Nórdica nos ofrece una cuidada edición en la cual la calidad del papel, el generoso cuerpo de letra, la tapa dura entelada y la atractiva sobrecubierta forman el umbral perfecto para adentrarnos en esta maravillosa historia de esa cazadora de sueños que “tenía una granja en África, al pie de las colinas de Ngong”. Las dos hijas de un pastor luterano que había fundado en el pueblo noruego de Berlevaag un grupo de fieles piadosos, le han sobrevivido y mantienen la memoria de su padre así como las enseñanzas y prácticas religiosas que aquél había iniciado. La caridad y la austeridad son las normas de vida de Martine y Philippa.

Libro de nanas

Según el canon de los antiguos, hay doce formas de acunar a un niño. Quizá Noemí Villamuza haya inventado la décimo tercera; que no será entonces la de la mala suerte, sino la de una ternura hondamente arraigada por los niños turbios y los claros, los dulces y los amargos, los de tierra y los que vuelan, los lentos como telas de araña y los despiertos como el oído de una madre. Y me da que este no es modo de comenzar una reseña, pero ya me disculparán: los de Media Vaca suelen ser más que libros. Este no defrauda.

Mirando fotografías

Darío se cansa de jugar, se sienta en el sillón y descubre el álbum de fotos familiar. A partir de aquí, el protagonista curioseará en la historia de su familia e indagará sobre su propia historia. Las ilustraciones y el texto son de Noemí Villamuza, y en ellas encontramos toda la expresividad y ternura a la que nos tiene acostumbrados esta excelente ilustradora, con una propuesta gráfica original que imprime un carácter propio a la historia.

Óscar y el león de Correos

Óscar y el león de Correos

Espléndido libro de este escritor valenciano, que ya cuenta con varias obras, dirigidas no obstante en su mayoría al público adulto. Oscar y el león de Correos no es, sin embargo, su primer libro para niños. Anteriormente ha publicado Los sueños de Axel, El tigre de Tasmania, La isla de las sombras perdidas o La constellació del Drac. Para él, dedicarse a este género es un ejercicio que practica cada cuatro o cinco años para liberarse de la tensión que le provoca la literatura “para adultos”. Merecido Premio Nacional en una obra perfecta en todos los sentidos: por la historia y el protagonista, y por las ilustraciones de Noemí, a la que con toda seguridad veremos ilustrar muchos más libros (de hecho, ya preparan otro juntos).

El mar de Darío

Darío es un niño de sonrisa traviesa. Cientos de estrellas iluminan su ventana, sus sueños. Su madre sabe que sus cuentos no llegaran al final. Antes de que termine su cuento, Darío se quedará dormido. Dormirá y soñará en un mar del cual es el amo. Darío vigila, se sumerge en las aguas y trastea en el fondo de las sábanas. Todo, acompañado de su grumete Tapón. Las estrellas del firmamento prefieren el contacto de las algas y se hunden con él. Y le hacen cosquillas en los pies. No son estrellas, son los dedos de su madre. Ya es de día. Darío se encamina a darse un buen baño. Una buena forma de prolongar su sueño de navegante.

Julia tiene una estrella

Eduard José, conocido fundamentalmente como autor de novelas policiacas juveniles, y adaptador de cuentos clásicos de Perrault o los hermanos Grimm, fue galardonado con el premio Compte Kurt para cuentos infantiles en lengua catalana por este libro. Dos meses más tarde, vio la luz en la Galera. A través de sus páginas presenciamos un acontecimiento que cambiará la vida de Julia para siempre, sin que ella se de cuenta. Eduard nos habla de la muerte y cómo los niños la viven cuando los adultos se lo cuentan. Julia, al fin y al cabo, sólo es una niña de cinco años, pero cuando cumpla seis se dará cuenta de que no sólo tiene una estrella, sino de que le falta algo muy importante.

Villamuza, Noemí

Palencia, 1971 Los primeros recuerdos que tiene del dibujo son de su infancia, en el colegio; las buenas calificaciones siempre iban a parar a la asignatura de plástica, por lo cual al seguir con esa afición se decidió a estuddiar…

De verdad que no podía

Este álbum ilustrado podría haber pasado a engrosar el extenso grupo de historias que abordan el tema de los miedos nocturnos y que, de un tiempo a esta parte, se han convertido en recurrentes en la literatura infantil. El libro ofrece, sin embargo, dos aportaciones que hacen muy destacable esta historia: una ilustración notable y un sentido del humor del que participan el texto y las imágenes que lo acompañan.