El 10 de diciembre de 1909 Selma Lagerlöf pronunciaba su discurso de aceptación del Premio Nobel de literatura. El Premio Nobel se considera a menudo la coronación de una carrera. La cumbre, el desenlace de una vida dedicada a la escritura. En el caso de Selma Lagerlöf, la primera mujer en recibir semejante galardón, también suele ser visto como un inicio: la puerta que se abrió para que las escritoras fueran consideradas para los laureles de la literatura.