En libros anteriores, los poemas de Ferrada convocan a la contemplación de lo pequeño desde una voz que se detiene a observar el mundo con una actitud lúdica y asombrada. En Cuando fuiste nube, esa mirada también está presente, pero la voz poética da un paso más: invita a nombrar, a poner palabras para crear “un idioma nuevo”. Un idioma que es puesto en valor al punto de ser considerado un regalo.