
La obra constituye un dulce homenaje a todos los lectores que iniciaron el hábito en la infancia y siguen aferrándose a él en todo momento y lugar, un tributo que alcanza la excelencia gracias al excepcional e hiperrealista proyecto gráfico que Albert Asensio, en una colección de láminas en las que se alterna el blanco y negro con el color, ha modelado para esta edición.