Producción, edición y circulación
Buenos Aires, 24-25-26 de agosto 2010 – Biblioteca Nacional
La editorial La Bohemia ha organizado a finales de agosto el II Congreso Internacional de Literatura para Niños en la ciudad de Buenos Aires. Después del exitoso I Congreso y a pesar de la crisis, aproximadamente trescientas personas han asistido al evento que ha permitido encuentros y debates de interés.
Durante tres días la Biblioteca Nacional de Argentina se ha llenado de congresistas que han debatido intensamente sobre diferentes aspectos de la literatura infantil. ¡Cuánto le hubiera gustado a Borges, cuya estatua flanqueaba una de las entradas! Seguro que se hubiera acercado a escuchar la conferencia de Natalia Biancotto sobre Lewis Carroll como precursor de Silvina Ocampo en La torre sin fin; o la de Graciela Colamarino Leer Peter Pan en el siglo XXI. Quién sabe. Hubiera dicho alguna cosa incluso. Y se hubiera asombrado de la cantidad de temas y análisis que el género suscita.
Lo cierto es que resultaba difícil elegir entre las casi cien ponencias —muchas de ellas simultáneas— que se han presentado en estos tres días. A riesgo de simplificar diría que dos escaleras subían y bajaban por el tema del congreso: las políticas estatales en literatura infantil y el tema de la violencia desde diferentes perspectivas (dictadura argentina, violencia e infancia). Complementaban a estos interesantes temas muchas mesas de ponencias sobre asuntos relativos a la literatura infantil desde la crítica literaria con análisis sobre escritores argentinos como Graciela Montes (Liliana Swiderski), Esteban Valentino (Gisela Tellechea y Gilda Donati) o Sandra Comino (Diego Gabriel Rojas). Temas sobre experiencias de promoción de la lectura (y los libros), como el trabajo con adolescentes presas (Juan Groisman) o experiencias en contextos de marginalidad (Wilda Macías). Y temas sobre literatura infantil universal, como el análisis realizado sobre el álbum Zoom (Sabrina Martín), sobre Maurice Sendak (Valentín Ortíz Díaz), o el dedicado a relaciones entre adolescentes (Wendy Alcántara). Cabe destacar igualmente la mesa de autores que se celebró el primer día con la participación de Mónica Weiss, Itsvansch, Xosé Neira Vilas y Mario Lillo, sobre diferentes temas relativos a la creación la escritura desde la perspectiva del creador.
Destacar igualmente la mesa redonda dedicada a los medios de comunicación y la literatura infantil donde estuvieron representantes de Imaginaria, Luna Naranja, Radio Nacional y Julianas editoras.
Durante el congreso se presentó el Plan Nacional de Lectura, que está desarrollándose en Argentina desde hace dos años. Natalia Porta, Alicia Diéguez y Graciela Bialet comentaron con entusiasmo los detalles de un proyecto que está llevando literatura en ediciones estatales a cientos de aulas, junto con la visita de escritores.
Se presentó igualmente el Consejo Nacional de Lectura, que trata de aunar el trabajo del Ministerio de Educación con el de Cultura y con el de Desarrollo Social. Una iniciativa interesante pues casi todos ellos trabajan con premisas semejantes y pueden coordinar las actividades de manera mucho más coherentes. En este tema de políticas estatales se situó mi conferencia magistral, dedicada al Programa Nacional de Lectura (PNL) que la SEP (Secretaría de Educación Púbica) de México desarrolló de forma muy intensa entre los años 2001-2006. La otra conferencia magistral fue impartida por Gustavo Bombini, quien también se refirió a planes de lectura en Argentina.
Un par de líneas sobre el otro tema importante del congreso, el dedicado a violencia y literatura infantil. Una mesa redonda dedicada a la dictadura en la literatura infantil nos brindó unas emotivas intervenciones de Silvia Schujer y Paula Bombara desde su perspectiva como escritoras y también como víctimas de la dictadura. La investigadora Marcela Arpes dio numerosos detalles sobre la censura que sufrió la literatura infantil. En otra mesa, Sandra Comino comentaba sus experiencias en las escuelas con sus libros, y el escritor colombiano Francisco Montaña relató cómo se gestó el libro No comas renacuajos ambientado en la historia real de cinco hermanos que sobreviven solos en un ambiente hostil y violento.
Por último, destacar la entrevista que sostuvo Valeria Sorín —organizadora junto a Laura Demidovich del congreso— con Silvia Castrillón. Silvia se mostró muy poco complaciente con la llamada “mediación” lectora, y con los planes de animación a la lectura que buscan generar placer y tratar de dar a los niños “lo que ellos piden”. Reivindicó la intervención cultural como única herramienta para efectuar cambios sociales y culturales y mencionó que la escuela debería ser uno de los espacios para crear ciudadanos críticos y no ciudadanos consumistas.
Para aquellos que deseen saber más sobre este tema, Mónica Kilbanski realizó durante el congreso el reporte del mismo y está subiendo a la web algunas de las intervenciones.
Deseamos larga vida a este congreso que se celebra cada dos años y que promete ser un excelente espacio de intercambio con docentes de toda Argentina.
¡Hasta la próxima!
Sra Ana Garralón: leí su artículo sobre el II Congreso , me gustaría participar en el próximo . Pero quisiera hacerle una consulta ¿a qué crisis se refiere?
Atte
Prof. Gabriel Roizman