Antonio Fischetti
Ilustraciones de Sébastien Mourrain
Traducción de Delfín G. Marcos
Madrid: Nórdica, 2016
Perros & Gatos bajo la lupa de los científicos es un libro divulgativo con formato de álbum ilustrado sobre las dos mascotas humanas por antonomasia. Está basado en Los ojos en la trufa, una serie de documentales sobre el mundo animal, con la colaboración de diversas organizaciones dedicadas a la investigación o ayuda a esos seres vivos que conviven con nosotros.
El autor, Antonio Fischetti, es redactor habitual en la revista satírica Charlie Hebdo. Su cierto tono ligero no impide la didáctica y, de esta forma, se aprenden datos diversos: desde que los perros cuentan con más de doscientos millones de receptores olfativos, frente a los cinco millones del ser humano; hasta que el gato emplea una cuarta parte de su tiempo de aseo en la cabeza aunque representa menos del 15% de la superficie del cuerpo.
Pero quizá la parte más interesante son los distintos capítulos en los que habla sobre comunicación. Así, el autor explica la gramática del ladrido o el significado del maullido. El joven lector puede observar a su peludo compañero de cuatro patas, buscar diferencias en su ladrido, el movimiento y la posición de la cola, o en los ojos. ¿Quién no ha visto la mirada culpable canina? Esas “caritas de pena” que pueblan internet, perfectamente recreadas en uno de los dibujos del ilustrador Sébastien Mourrain.
Aunque si hay un auténtico rey de la red, ese es, sin duda, el gato. Se podría decir que Fischetti se inclina antes por los perros que por los felinos domésticos. Porque mientras del perro se destaca su utilidad, el gato parece representar el hedonismo, la procrastinación. Un gato de apartamento se pasa cerca de un 80% de su tiempo durmiendo, nos explica.
Alguien definió a los gatos como estrellas, endiosadas, del rock&roll. Y parte de razón tenía. Para el autor, el gato es paradójico: por un lado permanece relativamente salvaje y no se fía demasiado de nosotros; por el otro, le encantan sus pequeñas comodidades. También un poco sádico: cuando caza un ratón, juega con él, lo deja escapar para darle caza otra vez.
Sea como fuere, no todo es culpa suya, no son malos, solo los han dibujado así. Algunas razas de gatos han sido criadas por criterios estéticos, lo que ha provocado enfermedades de origen genético. Y es que ser demasiado perfecto es malo para la salud. Los gatos lo son. Y lo saben…
Finalmente, el libro pide que no escatimes caricias para tu animal de compañía, ya que serán relajantes para ambos. Porque, si algo queda claro tras la lectura, es que tanto perros como gatos mejoran al ser humano. Nunca sabremos todo lo que ocurre dentro de su cabeza, y si llegamos a saberlo, quizá descubramos que son ellos los que nos consideran a nosotros demasiado tontos para no comprenderlos. ¡Ojalá tuvieran un libro para entendernos mejor!