Javier Sáez Castán
Madrid: Anaya, 2011
Un cerdito vestido de colegial que está paseando se encuentra en su camino con un científico amigo, famoso por sus investigaciones. Al poco de reanudar juntos su paseo, se detienen ante el tenderete de un buhonero que les ofrece un recipiente que contiene la nada, una nada perfecta. ¿Qué hacer? El hombre de ciencia y su porcino ayudante no dudan ni por un momento de que su deber es adquirirlo y experimentar, aunque, una vez abierto, las consecuencias que de ello se deriven podrían escapar a su control, algo que por otra parte no parece importarles demasiado. Toparse con la antimateria y adentrarse en ella para saber de qué esta hecha y cómo funciona es uno de los sueños que persigue la Física contemporánea, sueño que Javier Sáez Castán hace realidad sin mayor esfuerzo en una historia en la que ciencia y fantasía van de la mano con una naturalidad propia de las primeras historia de Ciencia Ficción, aquellas en las que también había grandes dosis de aventura; no en vano, los protagonistas de Nada pura 100% se adentran en el territorio de dicha antimateria para descubrir que no están solos en ella, que admite posibilidades impensables en nuestra realidad material y que se trata de una dimensión ciertamente peligrosa. Por si un argumento tan rico y abundante en matices como este no fuera suficientemente atractivo, las ilustraciones del propio Castán rematan la faena con una serie de guiños a tiempos y personajes pretéritos y cierta atmósfera irreal que es casi posible palpar, lo que hace de este libro una auténtica chef d’oeuvre, un objeto de coleccionista que es aconsejable conservar.
Sí, la nada y el nihilismo son peligrosos cuando significan abadono en manos de la depauperación y la muerte. Pero cuando – como sucede en este nuevo relato de Sáez Castán – constituyen el trampolín para la búsqueda y el hallazgo de sentido, la memoria de la experiencia las registra como una oportunidad. ¡Bravo por la obra y por su recomendación!
Qué pinta tan estupenda. El único comentario sería sobre la reseña en sí. En la última frase, ¿la expresión que se busca no sería chef d’oeuvre en lugar de hors d’oeuvre?
Tienes razón, corregido está. Gracias por el aviso.