Carmen Segovia
Madrid: Anaya, 2004
II Premio en el IV Certamen de Álbum Ilustrado Ciudad de Alicante
Pasado un tiempo, un afortunado y anónimo personaje encuentra un cuaderno dentro de un caballito de madera: el cuaderno de Mitsu y Lala. El afortunado recuerda con añoranza el suyo. Su cuaderno no tenía nada que ver con el que, ahora, el destino le ha puesto entre las manos. El personaje-narrador abre el álbum y un desfile de fotos anotadas pasan ante sus ojos, pasan ante los nuestros, de forma lineal, sin apenas palabras, mostrándonos retazos de la vida de dos niños que disfrutan de su infancia ajenos a la “convulsión” que se les avecina.
Con este sencillo pretexto Carmen Segovia (extraordinaria ilustradora) debuta como autora de textos. Una puesta en escena sencilla, que no simple, que le permite pasar, llegar al final del libro sin que el agua le salpique.
Esté emocionante álbum, que obtuvo el segundo premio del Certamen IV Internacional del Álbum Ilustrado “Ciudad de Alicante”, es un conjunto de pequeños detalles que se deslizan ante nuestros ojos. Dos protagonistas y dos planos diferenciados: el infantil, tierno, inofensivo, frágil; y el adulto, sucio, escabroso e irracional. Para acentuarlo más si cabe, Carmen Segovia tiene la habilidad de rematar cada figura adulta con una cabeza equivocada. Audaz y feroz permuta que el lector-observador agradece. Como agradece que la inconfundible ilustradora, ajena a gustos editoriales, siga “fotografiando” la vida porque, entre otras cosas, tal vez, desconfíe de las palabras que no de las imágenes. En definitiva, un precioso álbum que fascina al lector desde la cubierta que habla sin necesidad de palabras. Palabra de honor.