Raquel Díaz Reguera
Santa Marta de Tormes (Salamanca): Lóguez, 2017
Borbotea la cafetera, caminas descalza hacia la cocina saboreando la intensidad del aroma. Suenan algunas canciones para empezar el día con alegría. Al abrir la ventana, si la ciudad te lo permite, tal vez escuches el trino de algunos pájaros. Hoy habrá nuevos recibimientos y despedidas en las estaciones, cartas en los buzones y, como siempre, un nuevo atardecer.
En ese transitar miles de pequeños momentos emocionantes que la autora recopila, de forma poética y evocadora, a través de una sucesión de poéticas descripciones, esquejes de vida cotidiana que sirven para reforzar el optimismo y apreciar el momento presente.
Cada imagen, a página completa y en pequeño formato, refuerza el poder evocador de las palabras. Escogidas con precisión, emocionarán a los lectores preadolescentes y a todos aquellos que observan y aprecian el valor de cada segundo de nuestra existencia.
Sin el frío intenso del suelo los pies no sabrian del refriado, no sabrían de las huellas olvidadas, del aroma de la brisa cuando se transforma en tibias, del olor de las canciones cuando estas obtienen alas para alcanzar las nubes, el sonar del reloj a la hora de la comida, el avisor timbre de la visita, desnudos ante el mundo para soñar y desear seguir entre arenas, espuma, olas, nieve, el sortear el estruendo del piso que dibuja la planta del pie y los sueños de aquel que permitió sentir bajo su mirada todo el calor de la almohada.