Joel Franz Rosell
Zaragoza: Edelvives, 2008.
Premio de la Ville de Cherbourg (Francia, 2001)
Los que conocen los libros publicados en España por el cubano Joel Franz Rosell resultarán un tanto sorprendidos por esta novela. Su ambientación en la Cuba actual, su estilo realista, su estructura de aventura detectivesca y su lenguaje directo nada tienen que ver con cuentos de ambiente universal y diversa tonalidad mágica como El pájaro libro (Ediciones SM), metáfora sobre la relación entre el autor y sus lectores; Pájaros en la cabeza (Kalandraka), fábula sobre el poder; La canción del castillo de arena (A Fortiori), balada sobre la relación padre/hijo con base rítmica en la ecología, o Javi y los leones (Edelvives) reflexión sobre el papel de la imaginación en la solución de los miedos en la vida de un niño que comienza la escuela.
Tampoco se advierte en Mi tesoro te espera en Cuba, la rodariana fantasía de lo extraordinario que caracteriza Los cuentos del mago y el mago del cuento (Ediciones de la Torre), lo maravilloso crítico de Aventuras de Rosa de los Vientos y Juan Perico de los Palotes (El Arca y Alfaguara), o con el realismo mágico urbano de Vuela, Ertico, vuela (Ediciones SM).
Cuba está presente en La tremenda bruja de La Habana Vieja (Edebé), pero la caricatura y la magia relegan las problemáticas y ambiente cubanos en una trama dominada por la conflictiva relación entre la bruja del título y su angelical sobrina-tataranieta.
De manera similar, la combinación de magia e Historia hace que La leyenda de taita Osongo (Fondo de Cultura Económica) no sea estrictamente un libro sobre Cuba, sino sobre todos los territorios americanos en que se practicó la infame esclavización de millones de africanos.
Regreso a Cuba
El ambiente y la temática cubana habían sido abordados por Joel Franz Rosell en su primer libro, El secreto del colmillo colgante, publicado en La Habana en 1983; es decir diecisiete años antes de la primera versión de Mi tesoro te espera en Cuba, que aparece en francés (Hachette, 2000). Pero aquella primera novela adolece de un discurso imperfecto, de personajes superficiales y de una trama a menudo inverosímil. Por otra parte, las circunstancias políticas en que se apoya la trama evidencian “corrección ideológica” que doblegaba la literatura infantil cubana de la época.
Mi tesoro te espera en Cuba es también una novela de aventura con elementos de encuesta, pero su autor ha madurado literariamente y ha vivido experiencias similares a las de sus personajes (emigración, choque cultural, alienación de sus derechos ciudadanos) y eso da consistencia y verosimilitud a la historia.
Lejos de apoyarse en su biografía, Rosell recurre a la relación entre una persona en plena infancia y otra en la senectud. Es algo presente en Vuela, Ertico, vuela y en La tremenda bruja de La Habana Vieja (tal vez un leit motiv de su narrativa), pero esta vez la historia se sitúa en un contexto político-social especificado. En consecuencia, la perspectiva de los diversos personajes problematiza la visión que tienen de la realidad cubana. En los primeros capítulos, introductorios, se cuenta que el tío-bisabuelo de Paloma, una española de 11 años, vivió e hizo fortuna en Cuba hasta que el triunfo de la revolución castrista lo obligó a huir. El anciano idealiza la época precastrista y demoniza la etapa posterior al 1 de enero de 1959. De la misma manera que la historia del tío-bisabuelo sirve para situar al lector (chicos españoles que nada saben de Cuba) en la época prerrevolucionaria, las experiencias de la protagonista permiten comprender los dolorosos contrastes entre las bellezas naturales de la isla y el confort ofrecido al turista extranjero, frente a las dificultades y frustraciones que viven cada día los cubanos de a pie.
La ciudad en que vive Jorge, el amigo cubano de Paloma, es la misma donde residió el tío-bisabuelo y la mansión que éste poseyera alberga en la actualidad la escuela en que estudia el chico. Estas casualidades podrán parecer un tanto inverosímiles, pero son casi inherentes al género, cuyos principales resortes -fluidez de acontecimientos y bien dosificados momentos de suspense y acción- son perfectamente dominados por Rosell.
Los personajes son convincentes y entrañables, aunque no se ahonda en los conflictos humanos e ideológicos del tío-bisabuelo, de la pareja que forman la tía de Paloma y el padre de Jorge, y en las contradicciones que surgen entre la protagonista española y sus amiguitos cubanos. Es evidente que el propósito del autor no es el análisis profundo de la realidad cubana contemporánea, sino proponer un primer contacto con una problemática demasiado compleja para adolescentes que, si acaso, solo disponen de imágenes estereotipadas de la realidad cubana.
Emigrado desde 1989, Rosell no pretende saldar cuentas con el régimen castrista. Declara haber actualizado la novela tras cada viaje a Cuba, buscando una síntesis de las diversas situaciones vividas por el país desde la caída del muro de Berlín. Las realidades del llamado “período especial” han sido abordadas en numerosas novelas para adultos, pero están casi inéditas en la narrativa infantil cubana. Es una de las razones, pensamos, por las que el autor ha decidido regresar a Cuba en una novela que anuncia para el próximo año. La otra razón puede estar en que los conflictos dejados en suspenso por el final abierto de Mi tesoro te espera en Cuba son demasiado prometedores como para que un autor de demostrada vocación como Joel Franz Rosell, los deje de lado.
He leído el libro de “Mi tesoro te espera en Cuba”, y ya que he visto este artículo colgado en la red, quisiera dar mi opinión sobre él.
Es, desde luego, un libro muy interesante. Podría decirse, que en cuanto a género, es una novela de aventuras, la bºsqueda de un tesoro. Pero a la vez es tambíen, el encuentro de la amistad, el encuentro con una cultura diferente, con un país que vive una realidad muy distinta a la realidad de la niña española protgagonista. Un niño entre diez y doce años podr¡ acercarse a esa realidad cubana a través de anécdotas curiosas e interesantes que chocar¡n con sus habituales costumbres, como por ejemplo, el tener que esconder la ropa bajo la arena de la playa mientras te das un baño para que no te la roben, o la imposibilidad de los cubanos de comprar o entrar en los mismos establecimientos que los extranjeros. Situaciones que causar¡n, desde luego, bastante sorpresa entre los pequeños lectores, y les proporcionar¡ una visión m¡ amplia y realista de la vida m¡s all¡ de las fronteras del bienestar de su propio país.
Es, adem¡s, un libro ameno y bien escrito.
Desde luego, lo recomiendo.
Paloma