Ceseli Jesephus Jitta
Madrid: Edelvives, 2003
Las primeras vanguardias del siglo pasado vieron en el libro un soporte de abundantes posibilidades de experimentación estética y comunicativa. Conjuntamente a la aparición y el desarrollo de un lenguaje artístico emergente surgieron nuevas concepciones de la infancia. El libro destinado al público infantil se convirtió así en un espacio de reflexión artística que buscaba sembrar los nacientes valores estéticos en su destinatario natural: el nuevo hombre. La tradición iniciada en aquel entonces cuenta con un rico y heterogéneo legado que comprende la obra de artistas plásticos tan variados como El Lissittzki o Bruno Munari y que se ha nutrido de los avances alcanzados en otras disciplinas como la fotografía, el cine, la tipografía o la arquitectura.
Esta primera etapa sirvió de base para el desarrollo posterior que autores e ilustradores como Eric Carlé, Mitsumasa Anno, Kveta Pakovska, Leo Lionni, Maurice Sendak, Ángela Lago, entre otros, realizaron en torno al libro ilustrado. Efectivamente, en la actualidad ha evolucionado en tal medida el libro-álbum y se distingue de tal manera de otras manifestaciones artísticas que ya puede reclamar un puesto propio. Y esto, no sólo por haber creado una morfosintaxis propia sino también por las posibilidades comunicativas que ha abierto.
Ahora bien, pese al desarrollo alcanzado, o quizás como consecuencia de ello, no es fácil encontrar autores/ilustradores que dominen coherentemente el lenguaje del libro-álbum y en cuya obra encontremos una propuesta artística solvente. Por eso, sorprende cuando llega a nuestras manos un libro como La fábrica de nubes del holandés Ceseli Josephus Jitta (n. 1952). Esta obra se vale del collage. Su resultado es limpio y efectivo y la ilustración no pierde su rol protagónico. La técnica es transparente y no se sobrepone a la página. El empleo de la disposición tipográfica está justificado y la utilización de puntos de vista no convencionales o del eje que une la doble página del libro para dar la sensación de tridimencionalidad complementan y enriquecen la narración. A su vez, nos encontramos con un texto estimulante, original e inteligente. Por estas razones consideramos que La fábrica de nubes es un atractivo homenaje al legado artístico que se inició con las vanguardias artísticas del siglo pasado.
es genial