Maurice Sendak
Traducción de Miguel Azaola
Pontevedra: Kalandraka, 2014
A principios de este año Kalandraka nos daba una noticia excelente: la publicación en su catálogo de diez títulos del genio norteamericano Maurice Sendak (no solo en castellano, sino también en lenguas autonómicas). El primero ha sido este que hoy comentamos, La cocina de noche (In the Night Kitchen), un álbum publicado originalmente por Harper Collins en 1970 (el mismo año que Sendak ganó el premio Andersen) que se hizo famoso por la controversia generada en EEUU por la desnudez de su protagonista en algunas escenas.
La cocina de noche es una narración onírica, con muy poco texto, protagonizada por Miguel, que como sucedía en Donde viven los monstruos, va a realizar un repentino viaje desde su habitación a un lugar fantástico, que en esta ocasión es la cocina donde trabajan los pasteleros por la noche para que por la mañana podamos desayunar ricos pasteles.
Tres pasteleros que Sendak representó a imagen y semejanza de Oliver Hardy, el más voluminoso de la pareja conocida como El gordo y el flaco. Otra importante referencia en este álbum es Little Nemo, un cómic con el que guarda mucha similitud en la forma gráfica de contar la historia (en este enlace se puede ver incluso un análisis comparativo de viñetas muy concretas). Estas y otras alusiones seguramente obedezcan a un hecho que el propio autor confiesa: “Dibujamos sobre la memoria emocional”.
El germen de esta historia lo encontramos en un episodio de la infancia de Sendak: cuando tenía once años, en la feria de Nueva York se quedó fascinado ante el escaparate de la pastelería Sunshine Bakers, cuyo lema era “Nosotros horneamos para ti mientras tú duermes”. Este libro era una especie de venganza: “Ahora soy lo bastante mayor para quedarme despierto por la noche y saber qué pasa en la cocina de noche”.
En una de las primeras escenas se narra explícitamente este hecho, aunque en la traducción se pierde la referencia a los pasteleros que trabajan de noche:
Where the bakers who bake till the dawn so we can have cake in the morn mixed Mickey in batter, chanting…
Allí, tres pasteleros lo mezclan con la harina, la levadura y el huevo, lo amasan y lo estiran.
Miguel Azaola (cuyo papel en la literatura infantil de las últimas décadas ya hemos reivindicado alguna vez y no queremos ser pesados) es el encargado de la traducción del texto, y aunque el copy es de 2014, no podemos confirmar si se trata de la traducción original publicada por Alfaguara en 1987 o una revisión de esta. Como sucede en otros álbumes de poco texto, y rimas ocasionales, la traducción se convierte en adaptación, y hay casos en los que es capaz de mejorar el original:
I’m not the milk and the milk’s not me! I’m Mickey!
¡Ni soy leche, ni soy ningún pastel! ¿No veis que soy un niño y me llamo Miguel?
Terminamos esta reseña con un pequeño extra: tiene por protagonista al tristemente desaparecido James Gandolfini, que en el 80 cumpleaños de Sendak leyó este libro frente a su autor. Puedes ver el video en este enlace.