Miguel Navia
Madrid: Tres editores, 2011
A veces nuestra recomendación es sobre un libro un tanto distinto: no se trata de leer una historia sino, tal vez, de construirla, de inventarla. Como en este caso a partir tan solo de una propuesta de imágenes. Además con la seguridad de que esa historia inventada es personal y se podrán hacer tantas como lectores se acerquen a este pequeño libro (en tamaño, 16 x 16 cm) ilustrado a dos tintas (este volumen en blanco y negro con plata) y con tapa dura.
Tres editores se unen con la idea de publicar una serie de libros, sin texto, que atrapen la vida de determinados lugares, especialmente de Madrid, para recorrer la ciudad palmo a palmo; para revisitarla, resituarla, reconsiderarla, reencontrarla desde otros puntos de vista. En definitiva, volver a contarla. Y este es el encargo que hacen a otros tantos dibujantes, artistas de distintos estilos y de distintas generaciones, para ofrecer un catálogo de una plasticidad sorprendente, de una osadía deliciosa, de un voyeurismo de la vida cotidiana que no quiere perder detalle. Su página web nos permite echar ojeadas a algunas de las páginas de los títulos publicados.
Unos libros que permitirán a jóvenes adolescentes (y a exigentes lectores maduros) encontrarse con distintos lenguajes reunidos en sus páginas: la literatura, el cómic, el cine y el diseño se dan cita en cada instantánea para que la imaginación pueda pasear por estas calles con total libertad.
Y una de esas calles a recorrer es nada menos que la Gran Vía madrileña, por la que los lápices de Miguel Navia caminan lentamente, deteniéndose en cada detalle y convirtiéndolo en un homenaje tras otro: los escritores de novela negra, los cines, los coches más clásicos, los bares, la lluvia y la nieve, la noche, los gatos como gatos son los madrileños, la gabardina, el músico y el barrendero y el camarero,…
Todo desde lo que podría ser una pantalla de cine, o una viñeta de cómic, o una minuciosa descripción de una novela del XIX. Con el trazado pulcro de la perspectiva desde todos los planos y con la luz y las sombras, el blanco y el negro con sus “grises por medio”, como elementos gramaticales en el que se forma un intenso texto sin palabras.
Navia, ilustrador madrileño afincado ahora en Toledo, cuenta con una variada producción con incursiones en el mundo juvenil con portadas de libros y novelas gráficas destacables. En su blog se pueden apreciar buenos ejemplos, no podemos perderle la pista.