Isol, la creadora de libros para niños que ha estado nominada en dos ocasiones al premio Hans Cristian Andersen, está de estreno por partida doble.
Por un lado, acaba de salir su nuevo libro Nocturno (FCE), un libro que invita a soñar e imaginar mediante una serie de paneles ilustrados en los que de día se ve una imagen y por las noches se ve otra… Sí, así como por arte de magia, con un ingrediente secreto que es la tinta luminosa (ups, creo que ya no es secreto).
Por otro lado, y lo más importante, ¡Isol se estrena como mamá! Digamos que acaba de hacer una aportación a cuenta de “futuros lectores”.
Con el tiempo apretado y pocas horas para dormir (mas no para soñar), Isol nos recibe en su casa en Argentina (por medio de mail, no crean que fuimos hasta allá). El único requisito que nos pidió fue que solo respondería seis preguntas; así que aquí están, las seis preguntas que Babar le hizo a Isol.
¿Cual es el mejor sueño y la peor pesadilla de ser Isol?
¡Uy, esa es difícil! El mejor sueño es estar inspirada y enamorada de lo que que hago, y la peor pesadilla es estresarme por la cantidad de cosas que en las que me meto y no disfrutarlas. Por eso trato de ser respetuosa de mis deseos y tiempos para aprovechar mi vida; me siento muy privilegiada ya que hago lo que me gusta la mayor parte del tiempo.
¿De qué color son tus sueños?
Me parece que tienen los colores de la realidad, ya que nunca me di cuenta de que tuvieran un color en especial. Tampoco tienen errores de impresión de color, jaja, algo menos por lo que preocuparse.
Además de ilustradora, también tienes una banda. ¿Cómo describirías tu música?
Mi banda se llama SIMA, componemos a dúo con mi hermano Zypce. Hacemos canciones que tienen un esquema simple, con letras de una poesía minimal, y de esto me encargo yo (lo siento a veces parecido a los libros, ya que no soy muy extensa en mis letras), y luego los arreglos musicales hechos junto a Zypce tienen una vuelta imprevista que hace que el producto final tenga sorpresas y cada tema sea diferente. No nos gusta ser previsibles y buscamos divertirnos encontrando cosas nuevas. Mi hermano viene de la música experimental y construye sus propios instrumentos; esto hace que el diálogo que se produce sea muy interesante, entre mi manera de cantar, mis letras, y su impronta musical. En vivo el show es muy visual, ya que su set es bastante sorprendente, como esculturas que suenan (hecho con objetos eléctricos reciclados, mezclados con electrónica de última generación), luego estoy yo cantando, que es algo parecido a contar un cuento, en un sentido de expresarme con palabras y secuencias. También nos acompañan dos músicos más, que amplían la sonoridad del disco. Estoy muy contenta con el proyecto y el próximo disco está en camino.
¿Cómo te inspiran tus sueños para ilustrar? ¿Y para hacer música?
Jajaja, yo tengo sueños diurnos, uno fue hacer este libro Nocturno, y se ha hecho realidad. En el momento de crear, me conecto con algo parecido al soñar, dejando abierta esa puerta por donde salen imágenes e ideas que no son prácticas o controladas, sino que están hechas del material que compone el mundo interno, en el que están mis propios misterios y preguntas. Para hacer un libro o escribir una canción, dibujo sin pensar mucho o improviso cantando, y empiezo a ordenar un poco esas intuiciones que se asoman como un rompecabezas; luego veo qué se arma. Hay algo aleatorio en mi manera de trabajar que se parece a soñar, o es lo que quiero propiciar en todo caso. Aparecen cosas o personajes que me sorprenden, al no controlar el resultado final. Lo que es genial de dibujar es poder darles forma visual, visible para otros, a imágenes que salen de mi cabeza. Cuando estoy durmiendo, los sueños son mucho más ambiguos, no los puedo asir, pero suelo anotar algunos si me parecen intrigantes, como mensajes que tal vez pueda decodificar más adelante.
¿Por qué consideras importante soñar e imaginar para la literatura? ¿Y por qué la literatura es importante para soñar e imaginar?
Creo que dejar salir en una obra algo de ese misterio que hay en cada ser humano, de lo que no alcanzamos a entender totalmente pero nos atrae o inquieta, es la clave para que el libro o la canción tenga vida propia y sea inspirador para otros. Desde pequeños tenemos desarrollada la capacidad de imaginar e inventar, y es lo que ha posibilitado el desarrollo de la cultura humana, la ciencia, etc. Somos el único ser que puede soñar lo que no existe, y crear algo a partir de una idea. Pasamos gran parte de nuestra vida consumiendo historias (en libros, periódicos, narraciones, películas, cuadros…), como un alimento fundamental. Me parece que nuestro ser necesita ese aire para poder volar más allá de nuestra terrenal experiencia: los sueños nocturnos son construcciones personales no conscientes que se arman a partir de deseos, temores, intuiciones. Y los sueños diurnos (imaginación, fantasías, miedos, etc) se alimentan de nuestra vida y experiencias pero también de los sueños de otros humanos a través de sus creaciones. La literatura (la buena, claro), es material precioso en este sentido, nos la oportunidad de abrir más puertas vivenciales de las que podríamos experimentar sin ella.
La última pregunta es un juego: cuéntame un chiste y dibújame un Babar (elefante).
Umm, ¡no se me ocurre ningún chiste bueno! Todos los que me vienen a la cabeza tienen la palabra “culo” en algún lado. Así que dejémoslo. Les mando un dibujo de nene y elefante.
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