Daniel Nesquens entró por la puerta grande de la literatura infantil hace dos años, cuando publicó su primer libro para niños: Diecisiete cuentos y dos pingüinos. Nadie que haya leído los relatos que en él aparecen se ha quedado indiferente: todos opinan que son excelentes y conmovedores, y que los pingüinos que aparecen en el primer cuento son una de las ilustraciones más acertadas de Urberuaga. Pero si el comienzo fue bueno, al año siguiente publicó, junto a la ilustradora Elisa Arguilé, un libro que ha dado, y dará mucho que hablar: Hasta (casi) 100 bichos.
De Daniel apenas han aparecido un par de fotos en la prensa, y casi siempre con el mismo gesto: sujetando un lápiz entre los dientes, del mismo modo como los piratas sujetaban los sables cuando se disponían a abordar un barco. Pues bien, esta vez hemos sido nosotros quienes, a golpe de ratón, hemos atacado sus flancos con la intención de averiguar algo más de este escritor con nombre de jugador de fútbol. Y, aunque a alguno de vosotros le cueste creerlo, la entrevista que vais a leer a continuación es real. No lo parece, pero es así. Y si no lo creéis, leed alguno de sus libros. Os convenceréis.
Como advertencia, una cita de Monterroso con la que Daniel nos pone sobre aviso, para que luego nadie se queje: “La respuesta a su pregunta es muy difícil. En general encuentro siempre difícil dar respuestas para ser publicadas, pues tiendo a bromear, y entonces quedo como frívolo, o me pongo serio y quedo como un tonto”.
Cuéntanos algo de tu trayectoria literaria o artística antes de recalar en la literatura infantil.
Poca cosa puedo contar. Como digo en Diecisiete cuentos y dos pingüinos, mi biografía cabe en el reverso de una tapa de yogur. Da igual el tipo de yogur: desnatado, natural, de frutas del bosque, con cereales, biofidus, bajo en alquitrán…
Si acaso, podría contar algo de mi trayectoria culinaria: deglutí mis primeras frutas a los cinco meses y medio; mi primer jarrete de ternera (triturado), a los seis, el jamón de Jabugo…
En tu biografía leemos que también te dedicas a dibujar viñetas…
Así es, como usted dice.
¿Por qué decidiste probar suerte en la literatura para niños? ¿Fue después de comprender que no tenías posibilidades como futbolista de Primera División?
Efectivamente, me lleve una gran desilusión (de Renoir) cuando aquel entrenador (nunca olvidaré el nombre de su hija) me dijo que no me hiciese ilusiones, que mi futuro futbolístico era muy oscuro, que el equipo no necesitaba de mis servicios. Así que para no aburrirme me fui a una librería (Librería París) y me compré dos libros. Libros que leí. A estos books le siguieron otros, y otros. Y la lectura me llevó a la escritura.
En tu bibliografía, bastante extensa para un periodo de dos años, podemos distinguir claramente dos clases de libro: el álbum para los más pequeños, y el libro infantil o incluso juvenil. ¿Con cuál de esta clase de libros disfrutas más?
Me es indiferente. El deleite que produce la contemplación de un buen álbum es extraordinario. Pero igual me pasa con un texto.
¿Cómo empezáis a trabajar Elisa Arguilé y tú, y qué valoración haces de esta trayectoria en común?
Vengo observando que aprovecha cada cuestión para hacer dos preguntas, ¿por qué? Con lo fácil que sería hacer primero una pregunta y luego, una vez contestada, la otra. ¿Cuál era la pregunta?
¿Cómo empezáis a trabajar Elisa Arguilé y tú, y qué valoración haces de esta trayectoria en común?
Vi algunos dibujos de Elisa, me gustaron mucho. Es más, me gustaron una barbaridad. Le propuse casarnos, pero me contestó que me conformase con unas ilustraciones para un cuento. Le di el cuento y lo ilustró. Maravilloso. Lo tenemos guardado en un cajón.
La valoración que hago es muy positiva. Creo que esta mujer es una de las mejores ilustradoras a nivel (subrayé) mundial.
Hasta ahora no has sobrepasado el límite del relato breve. ¿No te atrae la idea de una novela juvenil o infantil?
Sí que me atrae, pero de momento la cosa está así.
En Hasta (casi) 100 bichos, premiado recientemente con un “White Ravens”, encontramos referencias cinematográficas, musicales y literarias no siempre fáciles de interpretar por un joven lector. ¿Está dirigido este libro a adultos con sentido del humor?
Hasta (casi) 100 bichos (¿ha dicho usted que le han otorgado un White Lavel, o algo así?) es un libro dirigido por Nesquens e interpretado por todo aquel que le guste sonreír. Pero no se confunda, que lo veo algo joven, interpretado por todo aquel que le guste el humor blanco, absurdo, surrealista. En este grupo no meto a los patanes que se ríen cuando una anciana se cae al suelo en un paso de peatones algo mojado por la lluvia que escasea.
Sin abandonar este libro, recuerdo una frase, en el capítulo dedicado al pez denominado “Japuta”, que en más de una editorial te habrían tachado sin contemplaciones: “A la japuta le podrían haber designado con otro nombre más decoroso: jamera, jabrón, jarica, zorraja…”. ¿Has tenido alguna vez problemas con tus editores en este aspecto?
En este as-pez-to no. Los tengo en otros.
En la historia de la literatura infantil y juvenil hay algunos autores transgresores y arriesgados. ¿Te sientes uno de ellos?
Cíteme ejemplos de autores de este tipo.
Roald Dahl, Richmal Cromptom, Astrid Lindgren, Gianni Rodari…
Si se fija están todos muertos. Pero contestado a su pregunta la respuesta tiene dos letras. Una de ellas es vocal.
La imagen de autor cínico con fondo sentimental que sacamos a partir de tus obras, ¿se corresponde con tu personalidad?
Lo de cítrico puede ser verdad. Todos los días desayuno un zumo de naranjas. Lo de sentimental, bueno ¿quién no es sentimental en este mundo que vivimos?
¿Qué nuevos proyectos tienes en mente? ¿Seguirás trabajando con Elisa?
Lo que le digo, dos preguntas en una.
Estoy pensando en acometer por mí mismo las obras de la autovía Zaragoza-Teruel.
El trabajar con Elisa Arguilé no depende de mí. Depende (estoy totalmente seguro) de los editores. Desde las páginas de Babar hago un llamamiento a los editores para que nos editen. Si me permite la licencia, dejo mi correo electrónico por si algún avispado editor nos demanda trabajo: nesquens@mundodeporte.net.
Por último, me gustaría añadir que es usted muy amable. Casi tanto como mi tía Enriqueta, la que tiene el lince en su casa pensando que es un gato. ¿Y qué revista dice que es ésta?
Hola Daniel, soy Elena del colegio Rey Pastor, que tal estas???
que chido esta genial esta entreviasta te felicito por los logros optenidos y al escritor obio tambien verdad