Joan Aiken
Ilustraciones de Bee Willey
Madrid: Kókinos, 2004
“Había una vez dos hermanos que vivían en una pequeña casa en un claro cerca de la playa”. Áste podría ser el comienzo de cualquier cuento tradicional; pero no lo es. Leo y Brisa son dos hermanos muy particulares, ella tiene problemas para andar y Leo es un marinero que barre las hojas de otoño mientras canta una canción que se ha inventado sobre un dragón amigo. Pero un día la rutina o tal vez la necesidad de sentirse libre de la relación de dependencia que Brisa tiene con él, hace que Leo parta en un barco para no regresar. ¿Desaparece Leo en una tormenta? La ilustración de Bee Willey lo sugiere; Joan Aiken deja a nuestra imaginación lo acontecido, y centra la atención del lector en lo que sucede con la hermana. ¿Qué hace Brisa entonces? ¿Cómo es que un pequeño dragón esculpido en madera puede ser la diferencia entre un vivir esperando y la esperanza de vivir?
El pequeño dragón es un libro para niños, sí, pero su temática profunda, actual, que toca los misterios de la depresión, la dependencia con el otro, la falta de iniciativa propia, la autocompasión y la vuelta a empezar, hace que sea un libro apto para todas las edades.