José Luis Martín Nogales
Ilustraciones de Albert Asensio
Madrid: Anaya, 2013
Con el abismo de la Guerra Civil como telón de fondo transcurre esta novela ubicada en El Faro, un pequeño pueblo costero del norte de España. Arranca su trama con una misteriosa desaparición, la del maestro, quien de un día para otro sencillamente se esfuma; por supuesto, una ausencia tan significativa no puede pasar desapercibida, y menos para quienes hasta ese momento habían sido sus alumnos; por eso cuatro de ellos, Yago, Blanca, Fátima y David, deciden investigar las posibles causas de semejante hecho y, lo que es más importante, averiguar qué ha sido de él.
En sus pesquisas encontrarán un aliado tan inquietante como valioso, el farero, un hombre taciturno y muy reservado, y también contarán con una serie de pistas que se encuentran escondidas entre los libros de un baúl; dichos libros no solamente sirven para ayudarles a seguir el rastro del hombre desaparecido, sino que su valor va mucho más allá porque componen una pequeña historia de la literatura española en la que a través del paso del tiempo se van desgranando los grandes temas de la vida: el amor, la muerte, la desdicha, la amistad…. Asuntos todos ellos que los chicos aprenden a hacer suyos asimilándolos a su experiencia propia, de modo que esas obras escritas se convierten en parte intrínseca de ellos mismos.
Finaliza la guerra, se resuelve el misterio, pero lo vivido y lo leído perviven en la memoria de un modo indeleble porque, como queda reflejado en una anotación personal de aquel que se fue “Yo soy los libros que he leído. Me reconozco en ellos. Sé lo que soy, leyendo. Porque todos los libros hablan de mí”.