Dos lobos blancos

Antonio Ventura
Ilustraciones de Teresa Novoa
Madrid: Edelvives, 2004

Las historias de Antonio Ventura no son apasionadas. Todo transcurre sin fuegos de artificio ni gran traca final, ni cometas que iluminen la existencia…

Como la vida misma, quizás.

Antonio parece generar sus escritos con la tijera y el lápiz afilado, a modo de collage que muestra la parte de un todo en la que el lector / espectador ha de hacer el ejercicio de imaginar el antes y el después de lo que se narra, probablemente tan interesante como lo narrado. Son historias, como la que ahora nos presenta, que nos intrigan y cuestionan: “Blanco sobre blanco” de Malevich o “Nieve bajo lobos blancos” de Ventura.

Dos lobos blancos es una historia transparente, de apresurado desasosiego, silencio y soledad.

Ramas que crujen, laderas inmensas, blancas y frías, y el caminar de la búsqueda que justifica el fin y se repliega en rojo arropado de blanco, de compañía, de soledad compartida, de silencios rotos, de la fuerza del grupo.

Las hermosas ilustraciones de Teresa Novoa acompañan al texto haciéndonos detener en los pequeños detalles, transmitiendo el frío, haciendo que sintamos el aliento fatigado de los lobos o la fragilidad del que espera.

Un magnífico trabajo resuelto en blancos, azules, ocres y grises que dan paso a los rojos, amarillos y naranjas de los ojos vivos de los lobos, de la luna viva de la noche, sólo cuando la historia llega a su fin.

1 comentario en “Dos lobos blancos

  1. MARCELA
    04/10/2008 a las 08:55

    SENCILLAMENTE UN MARAVILLOSO RELATO GENIALMENTE ILUSTRADO

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