Jacob y Wilhelm Grimm
Ilustraciones de Arthur Rackham
Traducción de María Luz Morales
Barcelona: Juventud, 2013
Si hace unos días recomendábamos la edición especial de los cuentos de Grimm que publicaba Taschen, con ilustraciones de artistas del siglo XIX y XX, esta que presentamos hoy no es menos recomendable, pues se trata de una recopilación de cuentos con ilustraciones de Arthur Rackham que Juventud ha realizado basándose en la primera edición de este libro, de 1935 (y que durante el siglo XX volvió a publicarse en diversas ocasiones, con la misma traducción e ilustraciones, en diferentes formatos).
En 1935 Arthur Rackham todavía vivía (falleció cuatro años más tarde en Inglaterra a los 71 años), y era un reconocido ilustrador con numerosos e importantes trabajos en su bibliografía: Peter Pan, Alicia en el País de las Maravillas, El viento en los sauces, cuentos de Grimm, relatos de Poe… Fue uno de los más destacados representantes de la “edad de oro” de la ilustración que se vivió a principios del siglo XX, antes de la Primera Guerra Mundial (puedes consultar también el artículo que publicamos en Babar sobre el sueco John Bauer y sus ilustraciones de cuentos de trols).
Las ilustraciones de este libro que hoy reedita Juventud se publicaron originalmente en 1900 (las de blanco y negro) y 1909 (las de color). Más de un siglo después, el trabajo de Rackham sigue fascinándonos hoy en día, por su virtuosismo técnico y sus atmósferas clásicas y fantásticas. La delicadeza y sensibilidad con la que retrata personajes humanos contrasta con el siniestro detalle que apreciamos en los seres sobrenaturales o malvados. Los dibujos en blanco y negro (unas veces siluetas) son algo menos espectaculares que las láminas a color, con una paleta de colores muy característica de esta época, pero el trabajo en los cuentos de Poe, por ejemplo, es excelente.
La espectacularidad de estas láminas a color se debe en parte a la técnica utilizada por Rackham, muy novedosa para su época, y a que los avances tecnológicos permitían una reproducción fotográfica (descomponiendo los colores de la ilustración) utilizando papeles de gran calidad. Este es el motivo por el que algunos libros tuvieran láminas a color pegadas sobre la página de papel de menor consistencia. En esta edición de Juventud también puede notarse la diferencia de papel, ahuesado para las páginas de texto e ilustraciones en blanco y negro, y con hojas de papel blanco satinado insertadas en los pliegos para reproducir los dibujos a color.
A pesar de no contar con paratextos que profundicen en el trabajo del ilustrador, o en el estudio de los cuentos, esta edición harán las delicias de los amantes de los libros por su apariencia facsímil, la calidad de su encuadernación (con golpes secos en la cubierta), tipografía, papel…
¡Qué maravilla!