Cada año, la FGEE (Federación de Gremios de Editores de España) elabora un detallado informe sobre lectura, el barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros en España. Una encuesta pormenorizada que arroja datos interesantes y una visión detallada sobre los patrones de lectura en la población española, incluyendo a niños y adolescentes.
En cuanto a lectura infantil, estos son las principales conclusiones que arroja el último estudio:
La lectura en niños menores de 6 años ha mostrado un aumento significativo en 2024. Según el informe, el 78% de los niños en este grupo de edad participan en actividades de lectura, ya sea leyendo ellos mismos o en lectura acompañada a cargo de adultos. Este porcentaje ha crecido desde el 76% registrado en 2023, lo que indica una tendencia positiva en estas edades tempranas. Estos niños dedican a la lectura un promedio de 2 horas y 34 minutos a la semana. Este tiempo es fundamental para el desarrollo de sus habilidades lingüísticas y cognitivas, así como para fomentar el amor por los libros desde tan corta edad. La participación activa de los padres en la lectura es un factor clave que contribuye a estos resultados positivos.
En el grupo de edad de 6 a 9 años, el 82% de los niños leen libros que no son de enseñanza reglada. Aunque este porcentaje es alto, ha habido una ligera disminución en comparación con años anteriores. Los niños de este grupo de edad leen en promedio 3 horas y 4 minutos a la semana. La lectura en este grupo de edad es crucial para consolidar las habilidades de lectura y comprensión adquiridas en los primeros años. La variedad de libros disponibles para estas edades en las que ya practican la lectura autónoma, y que incluyen cuentos tradicionales, libros ilustrados de gran formato y narrativa para primeros lectores, juega un papel importante en mantener su interés y motivación para leer.
La lectura en adolescentes de 10 a 14 años se ha mantenido relativamente estable a lo largo de los últimos años. En 2024, el 86% de los adolescentes en este grupo de edad leen libros en su tiempo libre. Este porcentaje es similar al de años anteriores, lo que indica una base sólida de hábitos de lectura en esta etapa de desarrollo. Esta estabilidad sugiere que los esfuerzos para fomentar la lectura en los primeros años están dando buenos frutos. Los adolescentes suelen tener acceso a una amplia variedad de libros, incluyendo novelas juveniles, y temáticas como la fantasía y la ciencia ficción, que son los géneros más populares. En esta franja de edad, la frase que mejor define su actitud hacia la lectura es “Leer es una actividad emocionante y estimulante“.
En el grupo de edad de 15 a 18 años, la tasa de lectura ha mostrado ciertos cambios. En 2024, el 76% de los jóvenes en este grupo leen libros en su tiempo libre, con un ligero aumento respecto al 74% registrado en 2023. Sin embargo, esta cifra es inferior al 79% alcanzado en 2022. La lectura en esta etapa está influenciada por varios factores, incluyendo la carga académica, las actividades extracurriculares y el acceso a otras formas de entretenimiento, como las redes sociales y los videojuegos. A pesar de estas distracciones, una proporción significativa de adolescentes sigue dedicando tiempo a la lectura, lo que es alentador. En esta franja de edad, la frase que mejor define su actitud hacia la lectura es “Leer ayuda a comprender el mundo que nos rodea”.
Entre los factores que influyen en adquirir el hábito lector en niños y adolescentes podemos señalar estos:
La iniciación temprana a la lectura es fundamental para desarrollar el hábito lector. Los niños que comienzan su relación con la lectura desde una edad temprana tienden a mantener este hábito a medida que crecen. La lectura en voz alta por parte de los padres y la disponibilidad de libros adecuados para la edad son factores clave que fomentan el amor por la lectura.
La participación de la familia en la lectura es crucial. Los padres que leen con sus hijos y comparten libros juntos no solo fomentan el hábito de la lectura, sino que también fortalecen los lazos familiares. La lectura en familia puede ser una actividad divertida y educativa que beneficia a todos los miembros.
El acceso a una variedad de libros adecuados para cada etapa de desarrollo es esencial. Las bibliotecas y las librerías juegan un papel importante en proporcionar estos recursos. Además, las iniciativas escolares y comunitarias que promueven la lectura y facilitan el acceso a libros pueden tener un impacto positivo significativo.
En conclusión, de este nuevo informe de hábitos de lectura podemos concluir que es crucial seguir fomentando la lectura desde las primeras edades y mantener el acceso a libros adecuados para cada etapa de desarrollo. Las tendencias son positivas, con altos porcentajes de participación en actividades de lectura y un compromiso significativo con los libros. Tanto la estabilidad como el aumento de los porcentajes en niños menores de 6 años son indicadores alentadores. Sin embargo, no hay que bajar la guardia, y se hace necesario cuidar el hábito lector y analizar las barreras que pueden impedir que los jóvenes dediquen tiempo a esta actividad, como la falta de tiempo y la preferencia por otros entretenimientos y modelos culturales.