Adrienne Barman
Barcelona: Libros del Zorro Rojo, 2017
Hace unos años Libros del Zorro Rojo publicó el Bestiario de Adrienne Barman, un original libro informativo ilustrado sobre animales que tenía la particularidad de agruparlos según categorías nada ortodoxas: los que tienen el cuello largo, los que son majestuosos, los que son rosa chicle… Un libro publicado en plena era dorada del libro informativo, un boom que ha cambiado la filosofía de este tipo de libros de no ficción, olvidando el tradicional volumen con aburridos textos y fotografías de aspecto avejentado, y nos presenta álbumes ilustrados con planteamientos diferentes, estéticas muy variadas, y capacidad de sorpresa.
Un acierto, sin duda, el de Adrienne Barman, y el de sus editores en España (el original es de la suiza La Joie de Lire), que viene refrendado ahora por nuevas publicaciones basadas en ese libro, como Bestiario para colorear, o este que hoy recomendamos, Bestiario de las emociones. Si el boom de los libros informativos es llamativo, el de los libros sobre emociones es desbordante. Fruto, sin duda, de la cada vez más manida “educación emocional” y del gran éxito comercial de títulos como Emocionario, El monstruo de los colores… Libros que han venido a llenar una aparente necesidad de herramientas para lidiar con el mundo emocional de los más pequeños, y que parecen funcionar bastante bien en ese aspecto.
Este de Adrienne Barman, sin embargo, a pesar de que puede agruparse en esa categoría, es mucho más cercano al libro ilustrado que al manual de autoayuda. Nos presenta ilustraciones de 14 animales en diferentes actitudes: triste, tímido, enfadado, contento, asustado… Expresivos dibujos, que prescinden de cualquier otro elemento, como fondos complejos u otros personajes, que sirven al único propósito de identificar cada emoción en la expresión de la cara o del cuerpo del animal. No hay más mensajes, ni herramientas que nos digan cómo educar a nuestros hijos. Eso queda en manos de los padres o profesores. El libro se nos presenta tal cual, sin trampa ni cartón, y en su sencillez está su virtud.
Ni El monstruo de los colores, que es un cuento, ni el Emocionario, que es un diccionario de emociones ilustrado, dicen nada a los padres sobre cómo educar a sus hijos ni sobre cómo lidiar con su mundo emocional. Son dos libros de géneros y formatos de toda la vida (el cuento y el texto expositivo) dirigidos a niños y que estos disfrutan. En sus géneros tampoco tienen ni trampa ni cartón, como sí parece tenerlo está entrada.