Que la vida no es siempre un camino de rosas, y que la suya en particular iba a estar repleta de adversidades lo supo Sally desde muy pronto. La noche en la que nació, ninguna estrella brillaba en el cielo de la jungla. Este hecho fue interpretado como un mal augurio por parte del más viejo de la manada, que vaticinó al gorila recién nacida una vida llena de desventuras.