Tomi Ungerer
Traducción de Miguel Azaola
Barcelona: Blackie Books, 2019
Pocos meses después de la muerte de Tomi Ungerer (1931-2019) aparece publicado en español este curioso libro, que aparentemente poco tiene que ver con los clásicos álbumes por los que todos le conocemos: Los tres bandidos, Otto, Rufus, La familia Mellops, Crictor… Así es la vida es una recopilación de “respuestas filosóficas y divertidas a preguntas de niñas y niños” que Ungerer realizó a petición de Alexandre Lacroix, editor del Philosophie Magazine.
El autor afirma en el prólogo: “Me mantengo en un estado que mi mujer define como ‘arrested development’ (desarrollo en suspensión): nunca me he hecho adulto. De este modo he mantenido una cierta inocencia lúdica y pueril, así como la capacidad de descubrir cosas y maravillarme constantemente. (…) En lo que se refiere al humor subversivo, los críos están exactamente en la misma longitud de onda que yo”.
La razón de que las respuestas que Ungerer da a estos niños sean interesantes y significativas es precisamente esa particular perspectiva, alejada de criterios pedagógicos académicos o lo que hoy vivimos como “corrección política”. En estos tiempos, en los que hay quien se atreve incluso a vetar o censurar ciertos libros que llevan siglos en nuestra cultura, necesitamos gente capaz de reflexionar de una manera inteligente, de ir más allá de la simpleza o la ignorancia. “La vida es una prueba que hay que superar dentro de un mundo injusto y violento, y es mejor que los niños estén sobre aviso”, añade Ungerer en el cita prólogo. Algo similar a lo que decían un grupo de editores en un comunicado publicado hace pocas semanas, donde defendían la necesidad de dotar de herramientas a los niños para comprender y enfrentarse a la realidad, y el peligro de ocultarles ciertos aspectos de nuestro mundo.
Las preguntas de los niños que se han incluido en este libro son de lo más variopinto. Algunas más habituales, como “¿Por qué fluye el agua?” o “¿Cómo eliges a tu mejor amigo?” y otras realmente sorprendentes, como “¿Sirve el arcoíris para que los pájaros suban hacia las nubes?”, “¿Por qué hay que colocar las cosas del derecho?” o “¿Mis piojos van al cementerio cuando mueren?”.
Si algunas de estas preguntas nos sorprenden o nos divierten, aún más las respuesta que Ungerer da a ellas, tarea nada fácil. Lejos de ceñirse a un paternalismo filosófico, donde el adulto resuelve de forma condescendiente y simplificada las dudas de los pequeños lectores, Ungerer es fiel a sí mismo, y al espíritu que ha inspirado toda su obra, y suele dar una de cal y otra de arena. No huye de dar explicaciones racionales a ciertas cuestiones, pero siempre añade matices y reflexiones sorprendentes y originales, que encajan mejor en la lógica infantil que en la de un adulto, en el peor sentido de la palabra. Para que se entienda mejor, aquí van algunos ejemplos:
¿Tienen sentimientos los animales? Sí, los animales tienen sentimientos. Sin duda es así en el caso de los mamíferos. (…) En cuanto a los insectos, ni sé si sienten gran cosa. Pero dudo que sea el amor lo que induce a la mantis religiosa a devorar a su consorte después del apareamiento.
¿Dios es un hombre o una mujer? (…) Un dios está ahí para ser adorado. En nuestros días se los sustituye a menudo por dictadores, estrellas de cine, del rock o del deporte. Se les tributa un culto fanático. Y se puede elegir entre un dios varón o un dios hembra; los hay para todos los gustos.
¿Por qué uno tiene que aprender cosas? (…) Ir al colegio no es una condena, sino un privilegio. ¿Y qué haces si el profesor es pesado, aburrido o injusto? Muy sencillo: intentar saber más que él para neutralizarlo. (…) Es apasionante aprender cosas, sobre todo si se salen de lo corriente.
¿Por qué hay tantos libros? ¡Porque los que hay no bastan! En realidad, la mayor parte de las publicaciones no merece la pena leerlas. Por desgracia, se trata de una calamidad, un despilfarro que cada año cuesta la vida de millones de árboles. Pero si nueve de cada diez libros son ilegibles, eso quiere decir que cada vez nos hacen falta más libros. (…)
¿Por qué se produjo el Big Bang? Mi inteligencia tiene sus límites, y debo confesaros que no entiendo en absoluto esa teoría (…) Lo que cuenta son sobre todo los tres Big Bang de la existencia: el nacimiento, el día en que nos enamoramos por primera vez y aquel en que nos vamos de este mundo.
¿Podemos pensar cuando estemos muertos? (…) Cuando, de niño, iba a la escuela en la Alsacia anexionada por los nazis, nos decían: “¡No penséis! ¡El Fuhrer piensa por vosotros!”. Otros os dirán que Dios toma nota de vuestros pensamientos más nimios. Pero no es verdad: lo que pensáis os pertenece solo a vosotros y os distingue de los demás. Y ese es un gran privilegio. Si el pensamiento tuviera que acompañarnos al más allá, seríamos independientes por toda la eternidad.
Además de los textos, que como se puede ver destilan sabiduría y sin duda también pueden hacernos pasar un rato interesante y divertido con los niños que tengamos cerca, encontramos ilustraciones a color, metáforas y gags visuales muy en la línea del dibujo para prensa, y con la línea más reconocible de Ungerer. Blackie Books, además, se ha esforzado en hacer una edición muy cuidada, con bonitos detalles como el golpe seco en la cubierta, o una original faja desplegable que contiene una selección de los trabajos más reseñables de Ungerer (entre ellos, los ocho libros que el editor considera más importantes), y una serie de textos informativos que resumen la mentalidad y la biografía del autor francés: “Creo que los libros infantiles y la educación deberían dar a los niños un aperitivo de la vida, aunque el sabor a veces pueda ser malo. En todos mis libros infantiles hay un elemento de terror y miedo. Siempre intento que sientan algo de miedo. ¿Por qué? Porque es muy importante que aprendas a vencer tu miedo”.