Adivina cuánto te quiero / Todos sois mis favoritos

Adivina cuánto te quieroSam McBratney
Ilustraciones de Anita Jeram
Madrid: Kókinos, 1995 y 2004

En Adivina cuánto te quiero (1995) una liebre grande y una liebre pequeña compiten por demostrar lo mucho que la una quiere a la otra. La liebre pequeña extiende los brazos todo lo que le dan de sí, se alza de puntillas todo lo que es capaz, da saltos tan altos como sus patas traseras le permiten, pero al final, los brazos, la altura y los saltos de la liebre grande son más largos y más altos que los de la liebre pequeña, y esta siempre llega a la misma conclusión: «umm… cuánto». Entonces, ¿cómo demostrar lo mucho que quiere a la liebre grande? Pues llevando su amor hasta lo que le parece una medida insuperable: hasta la luna.

Este sencillo y tierno diálogo es el argumento de un cuento que ya es un clásico, uno de esos libros que no faltan en las listas de recomendaciones, que ya ha aparecido en todos los formatos que uno pueda imaginar y que ha sido capaz de conmover a lectores de todas las edades durante años (y aún hoy) hasta convertirse en un imprescindible en el catálogo de una biblioteca (iba a añadir «infantil», pero creo que es más apropiado dejarlo sin adjetivo).

Es también uno de los libros más recomendados para antes de dormir (el cuento comienza precisamente con esa idea: «era la hora de dormir»): la pequeña liebre tiene que acostarse ya y este juego desarrolla su imaginación y la prepara para tener grandes sueños. El lector (pequeño) también entra en este juego (así como el adulto que lo lea con él) y se predispone de la misma manera a la imaginación y a los sueños. Neal Hoskins* defiende esta misma idea en 1001 libros que hay que leer antes de crecer, comparando el ritmo tranquilo del texto y la calidez de las ilustraciones con la calma que produce una nana. No se me ocurre un sentimiento más adecuado que el amor de un padre para propiciar los mejores y más dulces sueños.

Todos sois mis favoritosPues bien, siguiendo el mismo esquema y los mismos elementos que en este gran clásico, tenemos Todos sois mis favoritos (2004): para mí, otro imprescindible. Esta es la historia de una familia de osos compuesta por mamá oso, papá oso y tres bebés oso. Ninguno de los pequeños se parece a sus hermanos: uno es alto, otro tiene manchas… Así que empiezan a preguntarse quién será el favorito de papá y mamá, a quién querrán sus padres más y por qué. Y cuando cada uno de ellos plantea la pregunta a sus padres, todos obtienen la misma respuesta: «todos sois mis favoritos porque todos sois maravillosos». Mamá oso les explica que es imposible que tengan un favorito porque cada uno de ellos es especial precisamente por aquello que le hace diferente de los demás. Para un padre y una madre, ya sea oso o liebre, no hay nada más maravilloso que sus hijos.

Ambos son cuentos sencillos, tiernos, de trazo amable, narrados con pocas palabras pero muy grandes (en varios sentidos), cuentos, en definitiva, que te dejan con una sonrisa en los labios. No se necesita más. Sam McBratney parece haberse convertido en un auténtico experto en cuentos sobre el amor de padres a hijos protagonizados por animales que, de alguna manera, vienen a reforzar esa ternura y sabiduría que transmiten sus historias, algo que queda perfecta y hermosamente plasmado gracias a Anita Jeram: las acuarelas de tonos suaves de esta fantástica ilustradora captan la atención del lector por completo, evocan una mezcla de olores otoñales a hojas secas y lápices de colores, hacen suya la historia y la traducen en un escenario perfecto para la imaginación y los sueños. Son imágenes de gran dulzura que proporcionan un gran poder visual, consiguiendo que este sea su rasgo principal, su mejor cualidad. Tienen ganada su presencia en la página sin entorpecer al texto, sin eclipsarlo; más bien al contrario: texto e imágenes en una combinación armónica, un equilibrio perfecto, una pareja inseparable que transforma estos dos cuentos en historias íntegras, completas, y de un importante impacto visual.

Libros como Adivina cuánto te quiero y Todos sois mis favoritos son absolutamente fundamentales y también necesarios, ideales para la lectura de regazo en la que el acto de leer es además un intercambio, un vínculo entre padres a hijos, una muestra de amor sincero, incondicional, posiblemente algo irracional e instintivo. Es un momento para compartir y disfrutar y para sembrar la semilla del amor por los libros en el pequeño lector.

Si lo pensamos bien, un sentimiento de tal intensidad, tan inabarcable como el amor, debería ser difícil de capturar o plasmar en unas cuantas páginas. Sin embargo, Sam McBratney y Anita Jeram han demostrado sin lugar a dudas que no es así: estos dos libros recogen a la perfección esa idea de la imposibilidad de medir (Adivina cuánto te quiero) o de razonar (Todos sois mis favoritos) un sentimiento tan grande, universal y atemporal que va más allá de lo racional y que por supuesto no se encuentra solo en el ser humano, sino en cualquier otro ser vivo.

No se trata de libros cursis o ñoños, no son empalagosos. Ambos son dos buenos ejemplos de cómo un cuento puede llegar a grandes y pequeños, a padres y a hijos por igual, convirtiéndose en un objeto de disfrute y aprendizaje, en un nexo de unión que propicia un momento de intimidad y proximidad único.


* Neal Hoskins es el dueño de la editorial de libros ilustrados Wingedchariot Press. (Subir)

5 comentarios en “Adivina cuánto te quiero / Todos sois mis favoritos

  1. Raúl Mazo
    19/09/2016 a las 14:20

    El libro Adivina cuánto te quiero no solo me ha dado satisfacciones en lo personal, sino también en lo profesional como promotor de lectura. Al leerlo en voz alta, creo un vínculo con mis escuchas y predispongo al auditorio a mi favor.

  2. ROVY
    08/06/2016 a las 15:11

    me gusta mucho este cuento es muy interesante por que este libro e como que i te absorbiera cuando lo esta leyendo te hace sentir .no se como explicarlo pero te da tanta profundidad que es que te quedas soñando totalmente con el me parece muy bueno e interesante, para mi hijo es super bueno el lo lee una y otra vez.

  3. Pingback: Libros infantiles: ¿eliges o eligen ellos? | Supera esta, mamá
  4. 28/04/2013 a las 09:17

    Libro que parece ser muy entretenido, didáctico y ameno, habrá que tenerlo presente para la próxima lectura.

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