Entradas con la etiqueta 2015

El mar

El mar (Patricia García-Rojo)

El mar es a todas luces una novela inusual, con un curioso punto de partida: después de una terrible ola, el mar ha ganado kilómetros a la tierra y muchas de las antiguas ciudades costeras han quedado sepultadas bajo toneladas de agua. Los mapas se han redibujado con nuevas líneas de costa, pero mientras las autoridades estatales se recomponen y organizan para afrontar la situación, algunos vecinos de las poblaciones devastadas se niegan a dejar sus casas. Si no sus casas, que están sumergidas, por lo menos sus tejados, que todavía sobresalen tímidamente sobre la línea del mar.

¡Que viene el lobo!

¡Que viene el lobo! (Ramadier & Bourgeau)

No es frecuente encontrar álbumes que interpelen directamente al lector, en segunda persona, y cuya lectura dependa de las acciones que este haga. Sí es más frecuente encontrar libros con pestañas, desplegables, ventanas, resortes… Incluso libros de realidad aumentada, o libros interactivos (que más bien convendría llamar aplicaciones) en los que la participación del lector/usuario es imprescindible.

El libro de las narices

El libro de las narices (Pepe Serrano y David Guirao)

El libro de las narices es toda una enciclopedia de las napias en la que se trata su forma, sus usos y costumbres, sus adornos… y hasta la historia de algunos apéndices nasales famosos, como la nariz de la Esfinge de Gizeh o la de Pinocho. Un volumen lleno de guiños y referencias a clásicos de la LIJ o del cómic, a los catálogos de las marcas suecas de muebles o a figuras históricas.

Afuera y adentro

Afuera y adentro (Mónica Naranjo)

Un bellísimo libro de imágenes, casi como apuntes en un cuaderno de viaje, con un mínimo texto que comenta o señala algún elemento de unas pocas ilustraciones. Nada más abrir el libro, sentimos que es verano, y no porque ya veamos a algún transeúnte, sino porque los dibujos, a lápiz negro, aparecen sobre un papel amarillo, entre naranja y ocre; un color cálido, casi tórrido, seco; un color que contiene el mismo viento que a veces barre el suelo de la plaza.

Cuando el mundo era joven todavía

Cuando el mundo era joven todavía

El cielo estaba algo gris, de ese gris que lo ingleses llaman blue. Crucé la calle y me pasos me llevaron hasta una de mis librerías favoritas. Entré y me detuve en el libro de poemas de David Mayor, Conciencia de Clase (los ojos grandes de verlo todo se hacen pequeños), y mi vista se fue hacía una portada de fondo amarillo pajizo, o cobrizo. Reconocí el dibujo de Rotraut Susanne Berner, acudí a su llamada. Estaba en la mesa de novedades.

Cuando los peces se fueron volando

Cuando los peces se fueron volando

Cuando los peces se fueron volando es un libro sobre la ausencia. Sobre las ausencias breves y las definitivas, que diría el poeta Mario Benedetti. Un tema siempre incómodo, y al que los adultos se acercan, cuando aparece en los libros para niños, de puntillas y con guantes de amianto.

Toda la verdad que hay en mí

Toda la verdad que hay en mi (Julie Berry)

Viendo el diseño de cubierta de este libro y los textos del editor, no es fácil adivinar que tenemos entre manos una gran novela: la foto de una chica joven en la cubierta, y un título que nos indica que oculta algo perturbador. Por su apariencia podría pasar por una de tantas novedades de narrativa juvenil de temática realista, confesiones íntimas, superación personal… Cuesta imaginar que estamos ante una novela ambientada en el siglo XVIII en un pequeño asentamiento de colonos en Nueva Inglaterra, pero ¿acaso importa?

Si quieres ver una ballena

Si quieres ver una ballena (Julie Fogliano y Erin E. Stead)

Si quieres ver una ballena es un álbum minimalista en el texto y en la ilustración que, como si fuera un Moby Dick para primeros lectores, nos presenta la búsqueda de una ballena por parte de un niño y su perro. No hay arponeros temibles ni tormentas en el mar, esta es una historia mucho más relajada y sin tantos sobresaltos (aunque en un barco se adivina un pirata agazapado), y la ballena no es blanca.

Amigos

Amigos (Andrea Hensgen y Béatrice Rodríguez)

La ilustradora francesa Béatrice Rodríguez, de la que esta misma editorial ya había publicado una trilogía de álbumes sin palabras (Ladrón de gallinas, La revancha del gallo y Un día de pesca), regresa ahora con otro título de temática más costumbrista. Amigos nos muestra un día cualquiera en la vida de un niño al que parece que no le hace mucha gracia ir al colegio. Se despide de su madre sin mucho convencimiento, se aleja de su casa con rostro tenso, y a lo largo de su camino se topa con cosas que le atemorizan.

Rebeldes

Rebeldes

Rebeldes, que ya es un clásico para al menos un par de generaciones, es una historia de amistad sincera, de amor entre hermanos y también de cómo los miembros de una familia se protegen y cuidan unos de otros incluso cuando no les une ningún vínculo de sangre. Los roles están perfectamente bien definidos y la atmósfera es tan real que uno casi puede sentir el olor a cuero. Resulta casi imposible no meterse en la piel de Ponyboy, de Cherry o hasta de Dallas (incluso cuando uno ya ha dejado bastante atrás la adolescencia).