Rosas negras en Kosovo

Jesús Cortés
Algar, Colección Joven, 2002

La apuesta que Algar hace con la primera traducción del valenciano Jesús Cortés al español (siempre había escrito en catalán) ha debido suponer para la editorial un notable ejercicio de riesgo, pero es de ley reconocer que ha merecido la pena y que la apuesta es ganadora, desde la primera línea hasta la última. Y hay que decir que el riesgo empieza por el propio autor, que elige un tema – la guerra en la ex-Yugoeslavia y, por extensión, la guerra contemporánea – que puede derivar en un argumento muy socorrido porque está de moda o constituirse en un verdadero testimonio que impacte, dependiendo del enfoque y la intencionalidad que se le dé y del estilo que se utilice. Por las páginas de este libro pasa el horror en estado puro: violencia desmedida, sufrimiento superlativo y personajes desesperados tomando el término “desesperado” en sus dos acepciones posibles, es decir, aquellos que pierden la esperanza porque no encuentran una salida a su situación y aquellos que ya no tienen esperanza alguna en nada. Pasan las razones de Estado y los que mueven sus hilos, los intereses económicos, políticos y mediáticos. Toda esta sinrazón está muy bien resuelta a partir de un estilo sobrio no exento de elegancia, sin estridencias porque la situación es ya de por sí suficientemente estridente como para querer adornarla. Los tristes protagonistas de este macabro teatro se nos presentan como víctimas reales que muestran todo lo que de magnífico ó de perverso puede surgir en cualquier ser humano en una situación límite. Y nos los creemos, están ahí, podemos ser nosotros mismos. El ejercicio de veracidad del autor, complementando la ficción con datos reales, queda fuera de toda duda.

Si títulos como En un lugar llamado guerra de Jordi Sierra i Fabra o Los sueños de Nassima de Mercé Rivas nos enseñan que la literatura juvenil se compromete con la realidad por cruda que ésta sea, Rosas negras en Kosovo sigue esta misma línea y da un paso más, es una bofetada en la conciencia de todos los que vemos las miserias de los demás por televisión sin inmutarnos. Pero no es un golpe dado inútilmente: demuestra que en este mundo globalizado nada de lo que sucede a nuestro alrededor puede resultarnos ajeno. Las 157 páginas de esta novela son verdaderamente una lección de historia contemporánea que a todos los estudiantes de bachillerato convendría conocer.

2 comentarios en “Rosas negras en Kosovo

  1. lourdes
    09/10/2009 a las 23:49

    yo me estoy leyendo el libro, aunque todavia no lo he terminado, y es buenismo, lo recomiendo porque es necesario que la gente de bachiller tenga informacion acerca de la barbarie sucedida en la antigua Yugoslavia

  2. chmika
    11/03/2009 a las 20:16

    lo he leido y me ha encantado, es muy realista y te enfoca la guerra desde varios puntos de vista, para poder conocer como se vive en esa situacion.

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