Que veinte años no es nada

Que veinte años no es nada, dice el tango “Volver”, de Alfredo Le Pera.

Según como se mire.

En este caso, refiriéndome a la revista Babar, son muchos, pero como en todo, depende de quién haga la crónica.

Y ustedes comprenderán que la mía no será un acta objetiva. Y está bien que no lo sea.

Para mí, hablar o escribir de la revista Babar es como pasear por la ciudad en la que nací. Frente a las otras, que las observo con ojos de turista y concluyo que son bellas o no, mi ciudad es parte de mi memoria, de mi biografía. Una plaza o una esquina pueden ser los escenarios de muchos sucesos en los que uno está comprometido, emocionalmente implicado.

Pues bien, Babar es eso para mí.

Una experiencia educativa, pero también estética y, sobre todo, emocional.

Cuando apareció el número uno, en soporte papel, de esta modesta publicación, sus hacedores tenían trece años, estaban cursando lo que entonces se llamaba octavo de EGB y yo era su maestro de lengua y literatura.

Los dos números que vieron la luz antes de que aquellos muchachos abandonaran el colegio para ingresar en el instituto o en el polígono industrial de Arganda del Rey, eran el final de un proceso de trabajo que había durado tres cursos -los que contemplaba la segunda etapa de EGB-, durante los cuales el eje central de su aprendizaje en el área de lengua y literatura fue la lectura, y el análisis y comentario de lo leído.

Esa experiencia en sí misma fue profundamente gratificante, para ellos y para mí.

Pero cuando yo creía que habíamos terminado el viaje, preparándome ya para iniciar otro similar con otro grupo de alumnos de nuevo desde sexto de EGB, mi sorpresa fue que aquellos adolescentes no querían abandonar el barco, no estaban dispuestos a que otros tripulantes, aprendices de lector aún, condujeran una publicación que ya había nacido, estaba viva y en marcha.

Así, comenzó una experiencia extraña y ajena para todos los que la vivimos: ellos y yo.

No teníamos referencias, así que nos las fuimos inventado.

Y ya ven, veinte años llevamos navegando en estas aguas de la literatura infantil.

Muchos se fueron bajando del barco, pero otros, contagiados por el entusiasmo de los más dinámicos, se incorporaron, algunos para aportar miradas absolutamente nuevas.

En el transcurso de los años se produjeron múltiples sucesos y acontecimientos, pero, sobre todo, sucedió algo, evidente por otro lado, que cambió radicalmente el funcionamiento y la organización del grupo: aquellos muchachos dejaron de serlo para convertirse en hombres y mujeres.

A partir de aquel momento, momento difuso sin fronteras precisas como todo lo humano, Babar dejó de depender de su maestro. Aquellos jóvenes podían gestionar sin mi tutela una revista que al poco dejó de imprimirse en papel para mostrarse sólo en la red.

Pablo Cruz fue el creador de la página, su gestor desde el principio y su actual director. Ya hace años que él tutela una publicación que se ha ganado a pulso el lugar que ocupa.

No quiero terminar estas líneas sin agradecer a tantos profesionales -escritores, ilustradores, traductores, maestros y bibliotecarios, editores- la desinteresada y solidaria colaboración que en muchos momentos prestaron a la publicación. Sin ellos no habríamos llegado al presente ni desde luego Babar sería lo que es.

Vaya por todo ellos este brindis de aniversario.

8 comentarios en “Que veinte años no es nada

  1. Babar
    29/06/2009 a las 17:16

    Muchas gracias, Vanessa, sobre todo porque tú eras una de las que comenzaron en este proyecto. Y esperemos que dure otros 20 años más.
    Un saludo

  2. Vanessa Gordo
    27/06/2009 a las 21:50

    Es curioso el gran descubrimiento que puede hacer la red unido al aburrimiento.
    Aún conservo los primero números de Babar, aquellos con cubiertas monocromáticas, tan llenos de ilusión y proyectos……
    Ha sido una gran satisfacción encontrar de nuevo este gran proyecto que ya cuenta con dos décadas de vida (las mismas que han pasado por nosotros, aunque no nos queramos dar cuenta).
    ENHORABUENA por continuar con esta gran ilusión.

  3. M Cruz Delgado
    28/04/2009 a las 20:35

    ¡Enhorabuena! Me encanta que las cosas buenas perduren. Es muy entrañable que un profe siembre la semilla del amor por los libros, y los alumnos inteligentes sepan mantener ese gusto por ellos y la conviertan en una gran planta.

  4. cay
    19/04/2009 a las 19:46

    Yo también me inicie en este mundo de la lectura infantil con unos cursos de cuenta cuentos que hubo en mi ciudad. Desde entonces no he perdido el interés por este tema. Bueno felicidades ya que no hay muchos sitios de estos temas.

  5. Claudia
    15/04/2009 a las 02:42

    ¡Me encanta la revista!

  6. Begoa desde un blog de instit
    14/04/2009 a las 21:51

    Enhorabuena y que cumplais muchos más. Sois un referente en cuanto a literatura para gente especial.
    Un saludo desde http://www.blogfesquio.blogspot.com

  7. Carlos Lapea
    14/04/2009 a las 15:09

    Para quienes casi de golpe y porrazo nos topamos con la literatura infantil, siendo ya talluditos, Babar fue -es- una referencia imprescindible. Con ella aprendimos a nadar en el mar -a veces demasiado denso- de esa literatura, como lectores y como escritores, y que internet sea su medio la hace hoy especialmente interesante y, por qué no, poderosa.
    Babar bien podría recitarnos bit a bit los versos de Blas de Otero (esto es un guiño, Antonio, ya lo sabes):

    Que mi voz brille libre, letra a letra
    restregué contra el aire las palabras.

    Ojalá siga restregando palabras durante mucho más tiempo. Larga vida y gracias.
    [I]null[/I]

  8. Lupe
    14/04/2009 a las 14:17

    Mis más sincera felicitación por estos 20 años de trayecto, lo habéis hecho y lo seguís haciendo fenomenal. Y… ¡que cumpla muchos más!
    Gracias también por ayudarnos a estar informados sobre lo que pasa en el mundo de la LIJ.

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