La pequeña oruga glotona

La pequeña oruga glotonaEric Carle
Ilustraciones del autor
Traducción: Esther Rubio
Madrid: Kókinos, 2002

Con un leve cambio de título, la editorial Kókinos presenta una nueva edición de este magnífico álbum de Eric Carle, que fuera publicado por Elfos (Barcelona) en 1995. La presente edición mantiene el formato apaisado de la anterior pero amplía considerablemente el tamaño, con una puesta en página espectacular que permite apreciar en toda su dimensión las geniales ilustraciones de este artista nacido en Nueva York y educado en Alemania.

Kókinos recupera así un nuevo título de este autor, ya presente en su catálogo con El grillo silencioso.

En este caso, Carle nos presenta la historia de la metamorfosis de una oruga, un relato sencillo que acerca a los más pequeños la magia presente en la naturaleza, el espectacular ciclo de la vida.

Al misterio nocturno del comienzo (un pequeño huevo iluminado por la luna llena), le sigue el sol (un domingo resplandeciente en que comienza la fiesta de la vida). Después: la rutina cotidiana, descrita mediante una fórmula repetitiva cuyo ritmo permite al pequeño lector anticiparse y participar en el relato.

Las posibilidades de juego del álbum se ven reforzadas con las páginas troqueladas, en las que los dedos del lector asumen el protagonismo de la aventura. Un claro ejemplo de cómo un recurso editorial habitual en los libros dirigidos a los más pequeños puede plantearse como un elemento narrativo plenamente integrado en la obra.

La historia, como no podía ser menos en un libro tan “sabroso”, ofrece ciertos guiños argumentales para el adulto: la rutina semanal se rompe con la estupenda fiesta del sábado, un festín que deja secuelas en la salud de la oruga glotona: un terrible dolor de barriga del que, no obstante, se repone con facilidad, mediante una dieta sana y austera.

Eric Carle sorprende nuevamente con su particular técnica de ilustración: un collage en el que los papeles, coloreados previamente al agua, se superponen y contrastan, creando texturas que llenan de matices unas figuras sencillas y coloristas.

Pero sin duda, lo más interesante del cuento es el magnífico y sorprendente final que nos reserva como plato fuerte: la espléndida imagen de la vida renacida, la desbordante belleza de una nueva criatura que había nacido como una humilde oruguita.

¿De nuevo el patito feo? ¿una reflexión sobre el destino? Supongo que el autor nos muestra su visión optimista de la vida, del crecimiento, del futuro. Y es que… ¿ a quién no le gusta imaginar que la fortuna le sonríe y puede ser capaz de sorprender al mundo?

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