La pequeña cerillera

Hans Christian Andersen
Ilustraciones de Judit Morales y Adrià Gòdia
Madrid: Anaya, 2004

Una pequeña cerillera, la última noche del año, entre la nieve y el frío, ajena a la opulencia y al exceso de la Navidad, anda por la calle, descalza, hambrienta y asustada, intentando vender alguna cerilla para llevar al padre al menos una moneda de cobre.

Serán el calor y la luz de estos fósforos los que la ayudarán a imaginar y a vivir el mundo con el que sueña.

En esta versión íntegra, traducida del danés, el escritor Hans Christian Andersen nos enfrenta con la crudeza de la realidad, la soledad y el desamparo, pero también nos habla de la esperanza. Aunque pueda parecer un cuento pesimista no lo es, la protagonista ve realizado su sueño, vuelve con su abuela a otro mundo donde no hay frío, ni hambre, ni miedo… Es la muerte, descrita como una prolongación de la vida, sin dramatismos, entendida como un alivio, la que le permite ver cumplido su deseo.

El escritor danés escribió este cuento en 1845. Con una narrativa sencilla y clara, lejos de un lenguaje florido y recargado, consigue acercar a los niños los sentimientos, la vida cotidiana y el tema de la muerte, desmitificándolo, de manera realista pero no como un hecho negativo.

Las ilustraciones de Judit Morales y Adrià Gòdia nos acompañan en esta ocasión, con unos tonos suaves, una propuesta sencilla y el complemento de un nuevo personaje que acompaña a la protagonista; y esto es un aliciente más para disfrutar de la lectura de esta excelente historia.

3 comentarios en “La pequeña cerillera

  1. KINA ROJAS
    07/03/2009 a las 19:14

    Cuando era pequeña lo ponían por la radio en \’La hora del cuento\’, y desde entonces no había oido hablar de él. Ahora me interesa muchísimo, porque me dedico a hacer un programa infantil en una emisora de Tenerife y estoy recuperando viejos títulos. Saludos

  2. maria sanchez
    21/09/2008 a las 08:57

    es un cuento lindo que yo jamas habia escuchado pero me ha gustado mucho, tuve que buscarlo con fines de estudio, espero sigan contando otros cuentos bonitos

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