La isla. Una historia cotidiana

Armin Greder
Traducción de L. Rodríguez López
Salamanca: Lóguez, 2003

Publicado al año siguiente de su edición original en la prestigiosa editorial alemana Sauerländer, La isla. Una historia cotidiana es un sobrecogedor álbum tan actual y sobrecogedor como el muro de Ariel Sharon o las decenas de muertes que todos los meses se producen entre los africanos que, en su desesperación, pretender llegar a las fronteras del primer mundo. La isla es, entre otras cosas, una metáfora exacta de estas y otras perversiones que fabrica el imperio en algunas de sus provincias. En todo caso, los ejemplos no han sido elegidos al azar, guardan una estrecha relación con la peripecia que el libro nos presenta.

Una de las señas de identidad de la editorial Lóguez es la publicación de libros que entrañan un compromiso moral, una mirada ética sobre el mundo, una mirada ética que contempla sin escisión, la estética. La isla es un ejemplo de ello.

Si no fuera por la terrible historia que contiene, diríamos que es un álbum de una belleza extrema. Y lo es. A pesar del relato, lo es. Como lo son las pinturas negras de Goya, o los dibujos sobre los ciudadanos hacinados en las estaciones del metro de Londres bajo los bombardeos de la aviación alemana durante la Segunda Guerra Mundial pintados en su cuaderno de apuntes por Henry Moore, o los dibujos de los soldados alemanes mutilados en la Primera Guerra Mundial apenas esbozados por Kurt Schwitters.

No son estas las únicas connotaciones plásticas que nos evocan las imágenes de este excelente álbum: Kokoschka, Much y hasta el Toulose-Lautrec más ácido.

La historia que se nos ofrece desde el texto camina inexorable hacia el anticipado y temido final. La ilustración en paralelo establece con éste un relación inseparable –como en todo buen álbum ilustrado– y paradójica; como una segunda voz, habla un poco más allá, en voz baja, directamente a la sensibilidad del espectador, y ambos discursos óel textual y el estéticoó se unen en la conciencia del lector.

Un libro sin edad, una obra tan necesaria como eficaz, un libro que nos remite al individuo histórico que somos, un álbum que no se dirige al niño, según se dice muchas veces cuando se habla de literatura infantil, que todos llevamos dentro, sino al adulto que hay dentro de cada niño.

Es curioso que La isla se haya editado al mismo tiempo que ha comenzado a proyectarse en las pantallas españolas Dogville, de Lars von Trier; no son pocas las afinidades que les unen.

3 comentarios en “La isla. Una historia cotidiana

  1. Martha Iannini
    29/09/2010 a las 21:43

    Excelente libro con una fuerza inimaginable. Para reflexionar sobre exclusión, equidad, fronteras.
    Es posible conseguirlo en la web para presentar a una gran grupo

  2. Mariela Ferrada
    31/08/2009 a las 18:39

    La isla es una historia potente, yo la utilizo en clases de ASC para hacer una metafora entre el individuo y la comunidad.
    Tambien es excelente ejemplo para el tema de los Derechos Humanos.
    Salud!

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