La hija del escritor

Rosa Huertas
Zaragoza: Edelvives, 2020

En el año 2020 se cumplieron cien años del fallecimiento del escritor Benito Pérez Galdós y la profesora, y también escritora, Rosa Huertas le rindió un potente y sentido homenaje a su manera. De todos es conocido que algunos de los temas más habituales de esta autora son los estudios, las relaciones familiares complejas y la literatura o el arte en general como motor de la historia.

En esta ocasión, la protagonista de uno de sus últimos libros es una adolescente llamada María que no lleva nada bien la separación de sus padres y que tampoco soporta que le recuerden que su padre es escritor. Por si esto fuera poco, su mejor y única amiga tiene una relación bastante tóxica con un chico. Y ahora sí, es el momento de aclarar que, a pesar de que en la cubierta del libro aparece Galdós, la verdadera protagonista es ella, María. Sin embargo, la vida y la obra del autor canario es fundamental para recomponer y poner en equilibrio la maltrecha situación de la joven y de su familia.

Los datos biográficos sobre Galdós en el libro son muy valiosos porque nos desvelan que la pasión del escritor por Madrid era tan grande que, a pesar de ser canario, se sentía madrileño de adopción. También descubrimos que buscaba la inspiración callejeando y observando a la gente, o que no llegó a recibir el premio Nobel por presiones políticas. Toda esta información la conocemos gracias a María y a su compañero de clase Jorge cuando se embarcan en un trabajo de clase sobre Galdós, y una serie de cartas y notas anónimas les invitan a descubrir los rincones más emblemáticos de Madrid relacionados con este autor.

Nunca hubiesen imaginado los dos jóvenes que un escritor nacido hace más de un siglo, y además hombre, se sirviese de la literatura para reivindicar el papel social y cultural de la mujer en una sociedad opresora que les negaba sus derechos y la libertad. María, por su parte, tampoco se esperaba que toda su familia paterna, e incluso ella misma, tuvieran tanto que ver con Galdós. De este modo, el trabajo de investigación se convierte en un instrumento de redención y reconciliación que le sirve para madurar de golpe al descubrir la historia de las mujeres de su familia, los errores de su padre y encontrar un buen amigo, o algo más.

No resulta fácil describir todas las emociones que despierta la lectura de este libro y todo el bien que puede hacer su lectura en las aulas. “No renuncies a nada, el mundo es tuyo —me repetía—. No olvides lo que somos las mujeres de la familia por debajo de lo que nos obligaron a ser“, afirma con convicción uno de los personajes femeninos del libro, y es cierto. Por eso, no nos queda más que mostrar una gran gratitud hacia Rosa Huertas por ofrecernos de nuevo una gran obra juvenil de tipo experiencial que invita al lector a reflexionar, además de sugerirnos una serie de lecturas a modo de ruta literaria. Como también, ¿por qué no?, podemos tratar de conocer también el pasado de las mujeres de nuestra propia familia.

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