El misterio de la niebla

Javier Sobrino
Ilustraciones de Claudia Ranucci
Zaragoza: Edelvives, 2004

El misterio de la niebla viene a representar la apuesta que Edelvives hace por el álbum ilustrado propio. Después de aventurarse en el mercado con traducciones de títulos europeos, aparece este trabajo de Sobrino y Ranucci, junto con Dos lobos blancos de Ventura y Novoa, que se van a poner a la altura de lo importado (o mejor) y, con ello, listo para exportar.

Con una cubierta más que sugerente, en la que el título y nombres de autores se presentan siguiendo la curva del pelo de alguien que -en su cama- se tapa con un paisaje (pueblo y río incluidos). Y ya en el interior la historia de Javier Sobrino discurre muy fluida haciendo que nos preguntemos cómo saldrá del problema planteado: ¡Hay que encontrar unas montañas desaparecidas!

A una situación mágica le corresponde una solución mágica. Y es con los niños, la naturaleza, el vencer al olvido que genera la rutina y con la creatividad artística, con todo junto como un conjuro al que el autor nos lleva de la mano de la protagonista, Indara, en un recorrido que se hace verosímil, donde encontraremos esa respuesta. Recorrido que, a su vez, nos prepara para un final abierto por el que el libro, la historia, podría seguir fluyendo.
¿Y la ilustración? Después del tiempo suficiente en el campo del diseño gráfico y la ilustración, con este primer álbum (el formato grande), Ranucci anunció que le va esta marcha. Esa experiencia anterior le permite concebir las ilustraciones como parte de una página que ha de convivir con un texto, por lo que aprovecha para potenciar el ritmo concebido por el autor para su historia. Esto se potencia además con los cambios de cuerpo de letra y la adecuación del renglón (pocas veces horizontal) a las formas predominantes en las páginas.

Y además de este claro acierto en la composición de la obra, hay que señalar el uso del color como indicador del estado de ánimo de la historia, las fusiones de un primer plano con uno general (como el de la cubierta o el chocolate del desayuno que se hace calle de pueblo), las líneas inclinadas para que todo esté en movimiento, los guiños para con los lectores (los tipos de sabios que intentan la solución, las cartas medio ocultas al hablar de olvido y recuerdo,…) y, sobre todo, el saber darle vida propia en imágenes a un texto con unas posibilidades que han quedado muy satisfechas.

Si hablamos del diálogo entre autor e ilustradora, creo que el uno le regala, además del texto, el piropo de poner como solución un pincel en manos de una niña; y creo que la otra le regala una muy buena puesta en escena de su historia. Regalo por regalo.

Empate: el mejor resultado para este encuentro

1 comentario en “El misterio de la niebla

  1. 18/12/2018 a las 19:21

    Hola buen día, les escribo desde México. Saben cuáles son los puntos de venta por acá?

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