Jules Feiffer
Ilustraciones del autor
Traducción de Alberto Jiménez Rioja
Anaya, Col. “Leer y pensar”, 2001

No es fácil que un niño tenga éxito en E.E.U.U si no le gusta el béisbol y no logra jugarlo. Este es uno de los problemas de Jimmy, un niño de diez años y medio, inteligente e imaginativo que vive dibujando historietas. Convertirse en un gran dibujante cuando crezca es la secreta convicción que lo alienta en su difícil presente, en el que se considera un fracaso de niño.

La relación con su padre es difícil y aunque con su madre y hermanas se lleva un poco mejor, tampoco es sencillo mantener esos vínculos sin dificultades.

Se siente pequeño e inútil, pero esto le permite crear nuevos personajes para sus historietas como “Mini-Man”.

Por suerte para Jimmy, también está el tío Lester, su pariente favorito y el único que se comporta como un niño. Es también con quien siempre lo compara su padre, y esto no es favorable para Jimmy, ya que si hay alguien por quien el padre no siente admiración es por el tío Lester.

Será porque lo considera “un fracasado”, porque no tiene un trabajo “normal” (escribe musicales para Broadway, que nunca se estrenan), se divierte mucho y siempre está cantando. Aunque la madre de Jimmy y hermana del tío lo defienda, el padre no puede soportarlo ya que considera que “trabajar es lo que haces con el sudor de tu frente. No cantar y bailar”.

¿Y qué pensaría entonces de la futura profesión de su hijo? Ser dibujante de historietas tal vez sea para el padre peor que cantar o bailar.

Pero, de pronto, cambian muchas cosas. Y entonces, ¿de qué depende el éxito y el fracaso, qué es para cada uno y qué para los demás, cómo cambia a las personas y a quienes las rodean?

Y si para el tío Lester el fracaso es normal y sirve si puedes seguir adelante, sin darte por vencido, porque “cada fracaso es una pieza de la suerte futura…”, el problema para Jimmy es que tal vez quiera darse por vencido.